"Nunca imaginé que el año 2020 iba a terminar con la compra de la empresa", declara Leo Prieto (41 años), emprendedor serial y fundador de la empresa de inteligencia artificial Odd Industries, que hace pocos días fue adquirida por Forestal Arauco.
Si bien no puede revelar el monto, afirma que es la transacción más grande en la historia de Chile: "Me encantaría contar detalles porque es épico".
-¿Como Cornershopp, comprada en US$450.000.000 por Uber?
-No sabes cómo me gustaría decirlo, pero no puedo. Es la transacción más grande en su tipo en Chile.
Cuenta que le era difícil pensar en una venta en un año tan difícil como este, en que casi se fue a cero en el primer semestre.
"Cuando empezaron las cuarentenas, más de dos tercios de los clientes activos que teníamos eran de la Construcción, que estaban prácticamente paralizados. Casi me fui a cero, la facturación de esa área bajó a un décimo", recuerda.
Después, empezó la reactivación de la mano con la minería.
"El ánimo cayó a un punto muy bajo, de quéíbamos a hacen Todo el plan que tenía para 2020 a inicio de año se fue a las pailas, y nos tuvimos que poner a pensar de nuevo qué hacer. Emocionalmente, con el equipo tocamos fondo, que puede que el futuro sea muy negro y muy negativo. Ahora, comercialmente afortunadamente nunca tocamos fondo, no tuvimos facturación cero, pero sí bajó mucho. Pero mientras más bajo está el ánimo, más ganas me dan de salir de ahí y ocupamos el tiempo en mejorar la tecnología", comenta.
Por eso, cuando recibió el llamado para negociar por la empresa que inició en 2018, se sorprendió.
"Todo el proceso, el cierre de la negociación y el acuerdo mismo se dio de forma remota, con llamadas, email, videoconferencia. Medio en broma medio en serio, tenemos que juntarnos a un asado para darnos la mano. No sabes lo entusiasmado y motivado que estamos con lo que vamos a hacer juntos con Arauco", cuenta desde Frutillar, sobre la empresa que hace análisis de datos para mejorar las operaciones y hacerlas más sustentables.
Es el cuarto emprendimiento que vende, el más emblemático es el blog de tecnología Fayerware. Empezó a trabajar a los 15 años haciendo páginas web gratis para ganar experiencia, prefería trabajar los fines de semanas en vez de salir de fiesta y hasta dejó la universidad para trabajar.
-Usted proyecta una imagen de emprendedor con suerte y exitoso.
-Mucha gente lo cree, pero puedes tener suerte una vez, pero no cuatro. Lo que no se ve es la cantidad de horas de trabajo que hay detrás de todo. Fayerware no sucedió por accidente sino por cientos de miles de horas de trabajo en que yo veía los servidores, programaba el sitio web, escribía el contenido y vendía publicidad. No fue suerte sino mucho trabajo, prueba y error. En lo que sí he tenido suerte es en armar equipos extraordinarios, partí solo pero las cosas se logran con grandes equipos y en ODD trabajo con los cofundadores y socios minoritarios que son importantes también: Christian Peña, Cristian Rojo, Pablo González, Sangeetha Narayan y Paulo Paredes.
-¿Cuál es su mayor fracaso?
-Siento que se está esperando escuchar de quiebra, cuando la verdad es que uno fracasa a diario. Pero he tenido hartos, en uno de mis emprendimientos no había pacto de accionista. Me fui de vacaciones y cuando volví, mis socios se habían puesto de acuerdo y vendieron su parte a otras personas. Fue terrible porque cambió la empresa que había fundado en mi casa. O que Fayerware creció más allá de mis expectativas y me lo hackearon porque nunca me preocupé de la seguridad informática. Me borraron el contenido. Son fracasos que duelen mucho. Pero he descubierto que me doy tres días para sentir pena de mí mismo y después me obligo a levantarme con más ganas.
-Tampoco cobra su sueldo.
-En casi todos mis emprendimientos no me he pagado sueldo o he sido la persona que gana menos. Al ser fundador, puedes tener otros beneficios a largo plazo. Tengo a mi mujer que es mi mejor socia, muchas veces en la familia nos hemos apretado el cinturón y tomado decisiones como sacar una segunda hipoteca de la casa para usar esa plata para pagar los sueldos para que ese proyecto salga adelante. Para lograr grandes resultados muchas veces tienes que tomar grandes riesgos.