1. Metas cumplidas
Sebastián Sichel, precandidato presidencial independiente de Chile Vamos, ve los tatuajes como "una
forma de marcar ciclos en su vida", dice. El primero se lo hizo en el hombro derecho, hace 14 años, y
consiste en un "koi fish" (carpa), que "nada contra la corriente y, cuando llega al fondo, salta y se convierte
en dragón. O sea, representa la resistencia y perseverancia", asegura Sichel. El tatuaje se lo hizo en Turquía
cuando recién se había casado, tenía un hijo de dos años, poco después de conocer a su padre y de
cambiar su apellido de Iglesias a Sichel: "Fue una época que me marcó, donde sentí que había cumplido
muchas metas. O sea, que ya no tenía que nadar siempre contra la corriente y ahora podría cumplir mis
propios objetivos. Cada uno de mis tatuajes representa el cierre de un ciclo", relata. Ahora ese pez está
decorado con más flores que fue añadiendo con el tiempo, una por cada hijo. "Como esa vez me tatué el
brazo derecho, los demás tatuajes también están ahí. Me gusta tenerlos todos juntos", menciona Sichel.
2. Trucha paternal
Cuando Sichel tenía 40 años su padre falleció repentinamente de un ataque cardíaco. En ese momento,
sus seis hijos decidieron honrarlo tatuándose una trucha, por su pasión por la pesca. "Le encantaba
pescar, era muy de vivir la vida, pero pescaba en los lugares más insólitos. No se preparaba para ir a un río,
sino que iba en el auto, por ejemplo, en El Arrayán, y paraba en la mitad a pescar", cuenta el ex presidente
de Banco Estado. En su interior, la trucha tiene una serie de estructuras con forma piramidal: "Esa forma es
para representar que, aunque somos todos medios hermanos, de tres camadas, estamos juntos como una
montaña afirmada, unidos y sólidos", dice, agregando que "cada uno se lo hizo en un lugar distinto y nos
fuimos acompañando de a dos. Yo lo hice con Amaro Tattoo".
3. El valor de una amistad
La última vez que se tatuó fue en junio del año pasado, cuando dejó su cargo en el ministerio de Desarrollo
Social y Familia. "En ese momento sentí que había llegado a lo más alto que podía imaginar en el servicio
público. Fue antes de ser precandidato", dice Sichel. El diseño consiste "en una loica (ave chilena) que
viene saliendo de la oscuridad, por eso está delante de un agujero negro", precisa. Este tatuaje tuvo un
valor sentimental extra para el ex ministro: "El año pasado murió uno de mis mejores amigos por un cáncer
terrible. Y él, antes de morirse, se tatuó toda la espalda. Entonces cuando salí de esto llamé a su tatuador
para hacer la loica y me gusto porque sentí que estaba en la misma camilla, en el mismo lugar y fue una
forma de reencontrarme con él".