La boya mide 3 metros de alto aproximadamente, pero eso es como la punta de un iceberg, porque tiene un cable lleno de sensores que va hasta el fondo del mar, a unos 4.300 metros de profundidad en el Océano Pacífico.
La boya es parte del proyecto Stratus, dirigido por la Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) que, gracias al financiamiento de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), tiene varias boyas a lo largo de América recopilando datos atmosféricos y oceanográficos.
Una de ellas es la Stratus 19, instalada recientemente por la tripulación del buque Cabo de Hornos, de la Armada, en una maniobra que duró 11 horas.
El capitán Nicolás Guzmán, 20 comandante del Cabo de Hornos, entrega detalles: "La Stratus 19 fue fondeada a la altura de Tocopilla, a 1.000 millas de la costa (1.609 kilómetros). Está en aguas internacionales, fuera de nuestra zona económica exclusiva".
"La boya tiene alrededor de 140 sensores", agrega el capitán. "Unos 20 están en ella, en la superficie, y miden cosas como viento, temperatura y humedad. Esos datos se transmiten a través de satélite y están en línea. Los otros sensores están bajo el agua, a lo largo de un cable que mide 4.300 metros".
Según describe Guzmán, la primera parte es un cable de acero de 1.800 metros de largo y luego continúa una cuerda gruesa "que termina con una cadena y con un peso muerto, que es finalmente el ancla de la boya, que pesa cuatro toneladas".
A lo largo del cable de acero están la mayoría de los instrumentos, porque es la parte del océano que más influencia recibe de la atmósfera. "Miden cosas como corriente, salinidad, oxígeno y temperatura. Hay sensores cada unos 10 metros, después se van separando cada 50 y 100 metros, aproximadamente. Es una boya que tiene un valor de como un millón y medio de dólares sólo en instrumentación", agrega.
Desde el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa), explican que este equipamiento "permite recolectar datos oceanográficos y meteorológicos para estudios de largo alcance en torno al cambio climático, comportamiento atmosférico y modelamiento de datos meteorológicos".
En la operación se aprovechó de retirar la Stratus 18, que había sido instalada en 2019 y que por la pandemia no se pudo sacar el año pasado.