A sus 70 años Carlos Caszely sigue siendo el rey del metro cuadrado, aunque en otros escenarios deportivos: eligió la playa de Maitencillo para incursionar por primera vez en una nueva disciplina. El máximo goleador en la historia de Colo Colo aprovechó las vacaciones familiares junto a sus cuatro hijos y ocho nietos para colocarse el traje de neopreno y desafiar las olas sobre una tabla de surf.
"Nunca lo había hecho, es muy simpático y las clases las hice con uno de los mejores exponentes del surf en Chile. No le tengo miedo al agua, me gusta nadar bastante y puedo decir que es exquisito. Me paré como cinco segundos y eso para mí es mucho. El instructor a uno lo va guiando, te ponen en posición y cuando viene la ola, te empujan, te tiran y uno debe tratar de pararse. Se necesita bastante fuerza de brazos y equilibrio", dice.
El ex delantero fue aleonado por sus nietos. "'Ellos empezaron con que lo hiciera, me puse a conversar con el instructor y me decía: vamos, rey del metro cuadrado, ídolo. Hasta que me convencieron. El traje de surfista es bien apretado, pero a estas alturas de la vida ando relajado y seguir haciendo deporte es maravilloso. Me iba vistiendo tranquilo, comiendo un helado, llegaba gente y me preguntaban por los goles en la Roja y Colo Colo. O te piden selfies y en medio de todo eso al rato me tiré al mar", agrega.
Caszely, quien jugaba con 72 kilos y está en 80 actualmente, gracias a una dieta familiar sana, cuenta que estará quince días de vacaciones en Maitencillo junto a su esposa, María de los Ángeles, sus hijos Claudia (46), Barbra (43), Valery (40), Piero (37) y sus nietos Nikola (20), Martina (17), Siavja (15), Franco (12), Renata (6), Bruno (4), Roberta (2) y Lucas (7 meses). Ellos lo incentivaron con este nuevo desafío. También intentaron que incursionara como skater, pero el riesgo de una caída y posible fractura lo hizo declinar de aventurarse en una patineta con ruedas.
"A mi edad uno tiene todo tipo de complicaciones como rodillas, tobillos y próstata, pero le tiro para adelante. La rodilla derecha me tiene con dolores constantes, me la he visto con varios kinesiólogos y cada vez que me junto con el doctor Roberto Yáñez me pregunta cuándo me pongo la prótesis y le respondo que aún aguanto bien. Me niego rotundamente a no seguir haciendo deporte. El mar me encanta, me gusta capear olas y ahora sobre una tabla fue una sensación distinta. Es maravilloso ir de guata sobre la tabla y que te lleve la ola. Termino muy cansado, pero feliz. Fue un gustito maravilloso. El deporte siempre te rejuvenece".
Cada clase tiene charla técnica, activación muscular y una hora en el agua. Se termina con un video análisis para corregir errores. Son cerca de dos horas, el valor es de 25 mil pesos y para Lander De Gaminiz, instructor del instituto Seres de Mar de Maitencillo, top nueve en Latinoamérica y top 5 en Chile, el alumno Caszely aprobó con creces. "'Lo fui asistiendo todo el tiempo, uno desde atrás de la tabla lo va estabilizando hasta que ya la domina bien y en una lo dejé solo para que él vaya controlando el movimiento. Para nosotros fue primera vez con una persona de 70 años en el agua. Tiene muy buen estado físico, intentamos con varias olas, en la tercera lo dejé solo acostado en la tabla y ya en la séptima se logró parar. Es una máquina el hombre, una bestia", explica De Gaminiz.
El ejemplo de Carlos Caszely es aplaudido por la ciencia. "Una persona como él, ex futbolista profesional que siguió haciendo deportes, al mantenerse activo desde el punto de vista físico está perfecto. Tengo pacientes que esquían en nieve hasta los 84 años con prudencia, tranquilidad, suavidad y sin hacer locuras. Todo lo que sea actividad física en forma regulada, programada, adecuada, ayuda a la salud física y mental de los adultos mayores, aunque Caszely con 70 años es lo que llamamos un adulto mayor joven que está en muy buenas condiciones físicas", dice Carlos García, geriatra de la clínica Las Condes.