A lo mejor a usted le ha pasado. Ha ido a un negocio, ha sacado un billete de $10.000 y le han dicho que no tienen para darle vuelto. Si creyó que la negativa fue por mala voluntad del comerciante, se equivoca, porque la circulación de las monedas, no su número, tiene problemas en Chile. Tanto así que el Banco Central, el ente que las emite y entrega a los bancos, que a su vez las inyectan al sistema, convocó a una mesa con los bancos y el retail para abordar el tema.
Cecilia Feliú, gerenta tesorera del Banco Central, participa de la instancia y aquí explica cómo fue que se generó esta trabazón en el flujo de las monedas en el país. "Entre marzo y septiembre hubo un cierre generalizado de la economía y de los comercios de ciudades pequeñas y grandes, la gente se quedó en sus casas y el flujo de monedas que se daba entre las personas, los comercios y otros actores diferentes a los del circuito formal de los bancos, se detuvo 100%", explica. "Entonces sucedió que cuando se comenzaron a levantar las cuarentenas, por ahí por septiembre de 2020, la gente llegó a los grandes comercios con un volumen muy grande de billetes de altas denominaciones -de $10.000 y $20.000- que se habían emitido desde fines de 2019, y esos comercios tenían problemas de vuelto, fueron a sus bancos a pedir monedas y los bancos a su vez nos las pidieron a nosotros. La demanda mensual que comenzamos a tener fue mucho mayor que la habitual, a tal punto que a fines del año pasado llegó en torno a los 60.000.000 de unidades, cuando lo habitual era de 7.000.000", agrega.
-¿Hay escasez?
-No, y eso es clave. No hay escasez, el volumen de monedas que hay en el sistema es suficiente, pero la parte del ciclo que está en manos de la gente se detuvo, porque por la pandemia, por temor a contagiarse y porque los comercios estaban cerrados, se guardaron las monedas en las casas, en sus autos, en los bolsillos.
-¿Qué les hizo ver que el problema era esa parte del ciclo?
-Bueno, que el volumen que hay en el sistema era suficiente y que algunos actores del sistema demandaron cuando habitualmente no lo hacían, porque son excedentarios en monedas.
-¿Cuáles?
-Hay dos bancos que manejan muchas monedas, que nunca nos habían pedido y nos comenzaron a pedir. Uno de ellos tiene la cuenta de las máquinas de café, o sea que maneja un inmenso volumen, pero como las oficinas estaban cerradas, la gente no tomaba café, por lo que el banco se quedó sin monedas y por primera vez nos tuvo que pedir. Otro actor relevante son los supermercados, que reciben sencillo y dan mucho vuelto. Ese vuelto volvía al supermercado porque la gente se los daba a los chicos que armaban las bolsas y ellos al supermercado de vuelta, pero ellos ya no están. Pero también hay actores pequeños, como los cuidadores de autos, los almacenes de barrio, etc.
-¿La situación es crítica?
-No, pero está más lento de lo que se requiere. Nosotros seguimos entregando monedas, pero no en los niveles que necesitan los bancos.
-¿Y a quiénes afecta esa trabazón del flujo?
-A las personas más vulnerables, de menos recursos que no están bancarizadas y a los que no tienen acceso a la tecnología, como las personas mayores. Ellos usan mucho el efectivo, porque no acceden a los medios digitales como los bancarizados. Si ellos sacan su dinero de la CuentaRut les van a dar billetes y si no hay sencillo se les dificultará hacer sus compras.
-¿Qué porcentaje de la población usa efectivo en Chile?
-La última cifra que tenemos es de 2019 y entonces el 75% usaba efectivo, pero evidentemente ese porcentaje va a bajar con la pandemi, pero con un piso que tiene que ver con los factores de acceso que ya hablamos.
-¿A qué apuntan con la mesa de trabajo con los bancos y el retail?
-Queremos reactivar la circulación de monedas. Para ello convocamos a reuniones periódicas con representantes de la Asociación de Bancos, de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y Walmart Chile. El llamado no es cambiarse al efectivo, sino que a que la gente que lo usaba, lo retome. Cada actor de la mesa bajará esta propuesta en acciones y estamos en eso. Esta trabazón de monedas también ha ocurrido en otros países como Estados Unidos, donde plantearon una solución similar.
-¿Y qué pasa con el Covid?
-Ese tema lo trabajamos mucho el año pasado, porque hubo controversia e incluso algunos locales colocaron carteles donde decía que no aceptaban efectivo. Si uno se remite a la OMS, ellos nunca dijeron que el Covid se transmitía por el dinero físico y que su riesgo era igual al de cualquier objeto que fuera manipulado, por lo que basta con lavarse las manos. Como sea, se ha comprobado que la transmisión por objetos es muy baja y que lo determinante son los aerosoles que emite la gente al respirar.
-¿También hay problema con los billetes?
-No, los billetes circulan más, tienen otro ciclo.
-¿Los retiros del 10% incidieron en una mayor demanda?
-Efectivamente, en Chile ha habido tres schocks desde 2019 que incidieron en un incremento de nuestras emisiones: la crisis social de 201 9, en que la gente comenzó a demandar más, porque tiende refugiarse en los billetes ante la incertidumbre; la pandemia y el retiro del 10% de los fondos de las AFP.