Si usted es una de las personas que goza al andar por el pasto o la arena sin zapatos, alégrese, pues gracias a un estudio de la University of California, Irvine, ha quedado demostrado que caminar descalzos por superficies naturales, también conocido como "earthing", trae una serie de importantes beneficios para el organismo.
La investigación fue liderada por el ingeniero físico, Gaetán Chevalier. En ella, experimentaron con 28 personas. Los voluntarios fueron conectados a una toma de tierra (dispositivo que une una instalación eléctrica a la tierra) mediante electrodos, y fueron analizados por 40 minuetos. Luego, por 1 hora y 20 minutos, se les analizó sin ningún tipo de conexión.
Los ojos de los científicos estaban puestos en una zona en específico del sistema nervioso: los sistemas simpático y parasimpático. Al observar los resultados, estos fueron concluyentes. El contacto directo con la tierra produjo un incremento del sistema nervioso parasimpático casi dos veces mayor respecto a una situación normal.
Sistema parasimpático
Este sistema tiene una función bastante específica, y uno de sus componentes es el nervio vago. Perla David, neuróloga de Vidaintegra y Clínica Dávila, hace hincapié en su importancia: "El nervio vago se distribuye por todo el cuerpo, y él se encarga de disminuir ciertos factores, porque está encargado de la protección de la relajación y el descanso. También disminuye todo lo que es la hormona suprarrenal, el cortisol, te quita la adrenalina. Es muy positivo".
Múltiples beneficios
Andar descalzo es calificado como una muy buena práctica pues promueve la relajación, reduce la inflamación y oxidación, proporciona energía, evita los efectos negativos de los campos electromagnéticos, y sincroniza los ritmos corporales respecto al día y la noche."El contacto a pies descalzos entrega ciertas ventajas, como desarrollar de mejor manera nuestro sistema propioceptivo, el cual se daña en lesiones articulares, y nos permite un adecuado desarrollo muscular, lo cual incide en una mejor capacidad de equilibrio y fuerza", dice Ramiro Vera, traumatólogo de tobillo y pie del Centro de Salud Deportiva Clínica Santa María.
Desde pequeños
La fisiatra de Clínica Alemana, Carolina Rivera, recuerda que esta ha sido una recomendación que ella y sus colegas suelen dar a los padres: "Siempre preguntan cuál es el mejor zapato, pero se les recomienda que los niños caminen descalzos, porque esa sensación que te dan los pasos en la arena, en las piedritas, va entregando una serie de estímulos que generan una activación de procesos neuronales muy superior".Campo electromagnético
Para comprender el origen del intercambio eléctrico entre la tierra y el organismo, hay que entender el concepto de radicales libres. Estos son desechos generados o adquiridos por nuestro cuerpo, que producen un "envejecimiento prematuro", y que necesitan electrones para completar su carga química y neutralizarse. Los antioxidantes son las moléculas que donan electrones a los radicales libres.Rodolfo Lüttges, terapeuta con mención en biofísica y fundador de Biomedics (biomedics.cl), complementa: "La tierra es donante de electrones por naturaleza, pues tiene carga negativa. Entonces al estar en contacto con ella, al cuerpo le entran electrones que ayudan a tener más actividad antioxidantes y controlar estos radicales libres". Por este mismo motivo, es fundamental caminar en superficies naturales. El concreto, el hormigón o la madera funcionan como una barrera que impide la transferencia de electrones ya mencionada.
Enrique Cordaro, físico y académico de la Universidad de Chile, es experto en electromagnetismo. "La tierra es un campo que produce electricidad y magnetismo. Eso produce daños cerebrales o alteraciones al corazón, está comprobado. Acá se puede pensar a la inversa. Una corriente bien aplicada dentro de campos magnéticos, va a producir una disminución del estrés y relajación de los órganos internos.", indica.