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Jorge Olivares y su divorcio maduro

Arriba de ese barco en el lago Winnipesaukee (New Hampshire), tomado de la mano de su esposa Briana Spencer (35), Jorge Olivares (39) recuerda que ese día de septiembre de 2018 "pensé que iba a durar toda la vida; uno se casa pensando eso". En diciembre de 2020 el ex participante de "Protagonistas de la fama" se separó.

La relación que partió cinco meses antes de llegar al altar se consolidó en una casa que arrendaron en Jackson Hole (Wyoming). Ahí compartieron con su perra Fiona y ambos siguieron con sus trabajos: ella como profesora y él con su empresa de arreglo y reconstrucción de casas.

Todo iba bien, pero Jorge reconoce que el Covid-19 hizo mella en la relación: "Acá, igual me imagino que pasó en Chile, se hablaba de las separaciones Covid: parejas que pasaban mucho tiempo juntos en un ambiente de tensión como una pandemia. Nosotros empezamos a pasar más tiempo juntos y empezaron a notarse las diferencias".

-¿Qué tipo de diferencias, Jorge?
-Diferencias en la toma de decisiones de la economía familiar: ella es mucho más conservadora y yo más silvestre y arrojado en ese tipo de decisiones.

-Pero eso pasa mucho en los matrimonios.
-Sí, pero ese año tuve una mala racha porque me asocié con una empresa más grande de construcción y perdí todo Io que había construido con Patagonia Painting (su primera empresa). Acá la cuenta del banco es una para los dos, entonces usé dinero de nuestra cuenta, donde había plata mía, para empezar otra vez con una nueva empresa. A la semana ya estaba otra vez arriba con The painter (@thepainterjh).

-¿Eso gatilló la separación?
-En parte, porque ella tenía mucho miedo de que no resultara, entonces uno espera que su esposa o pareja se sienta segura de las decisiones que uno toma. Sentí que ella estaba más preocupada de no correr riesgos económicos y, finalmente, cuando uno tiene su empresa tiene que hacer gastos y apostar a que resulten ciertas inversiones. Y resultaron.

-¿Fueron a terapia?

-Sí, cinco meses antes del divorcio fuimos, pero al final en vez de hablar de otros temas, siempre terminábamos hablando de dinero. Al final ella se hubiera sentido más segura si yo hubiese sido empleado de alguien, con horario, pero yo cuando me vine a Estados Unidos, en 2014, me prometí ser independiente.

-En términos más concretos, ¿Cómo fue el divorcio?
-Fue muy expedito porque lo hicimos sin rollo, de forma súper madura. Nada de escándalos, los dos muy de acuerdo. Las pocas cosas que teníamos se las dejé a ella y yo me fui con mi ropa nada más. Seguimos viéndonos para que nuestros perros jueguen. Y coincidimos en que ahora estamos más felices cada uno por su lado.

-¿Cómo es su vida de soltero otra vez?
-Tranquila, mucho trabajo como siempre. Me arrendé una casa y tengo a mi perro Ónix, un pastor alemán que me acompaña a todos lados y que es mi emotional support (soporte emocional).

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