La Internacional Business Machina Corporation (IBM) realizó una investigación cuyos resultados aportaron información nueva y relevante respecto al diagnóstico del Alzheimer. La empresa basó su investigación en un estudio más antiguo: el Estudio Framingham del Corazón, el cual inició en el año 1948 y todavía se sigue llevando a cabo.
Específicamente, tomaron en consideración la participación de 80 adultos mayores, de unos 75 años promedio, en un examen de escritura. En esta prueba, les pedían describir con sus propias palabras, un dibujo ambientado en una cocina (si quiere ver la ilustración original, puede buscar Cookie Theft en Google Imágenes.
Análisis gramatical
Los escritos fueron analizados a través de un programa de inteligencia artificial y los resultados fueron sorprendentes: con un 75% de precisión, se pudo predecir quiénes desarrollarían la enfermedad de Alzheimer tras 7 años y medio, cuando el grupo ya sobrepasaba los 80 años. ¿Los afectados? Aquellos que en sus textos presentaron gramaticales, como faltas inconsistencias ortográficas, lenguaje telegráfico y escueto, ausencia de artículos y una conjugación verbal inexistente.
Por ejemplo, una correcta descripción podía ser "un niño joven está tomando un jarro de galletas". En cambio, una oración con errores e inconsistencias puede apreciarse en la oración del tipo "sacando galletas del tarro".
Avance importante
Guillermo Cecchi es miembro principal del personal de investigación de IBM, y líder del proyecto. Desde Estados Unidos y al mail, comenta: "Existía en este campo evidencia no estadísticamente rigurosa acerca de la presencia de indicadores lingüísticos muy tempranos del eventual diagnóstico de Alzheimer. Esto en sí mismo tiene valor científico, para entender la conexión entre lenguaje, cognición y neurodegeneración, pero también clínico". Su investigación también ayudó a detectar otras enfermedades similares: "Tenemos resultados muy robustos sobre predicción de desarrollo de esquizofrenia, que si bien no es neurodegenerativa, es una condición asociada al desarrollo. Y como tal tiene una progresión muy comparable".El doctor Michael Weiner, investigador de la enfermedad de Alzheimer en la University of California, desde San Francisco, celebra este avance: "Es información relativamente nueva en el área, y de todas maneras valiosa para una enfermedad como el Alzheimer. De alguna forma esto podría, eventualmente, ayudar con una detección temprana de la enfermedad, aunque no es algo definitivo".
¿Terapia o prevención?
La neuróloga de Clínica Vespucio y Clínica Dávila, Evelyn Benavides, explica en términos simples qué ocurre a nivel cerebral cuando ataca el Alzheimer: "Es un proceso acelerado de muerte neuronal debido a una falla en una estructura de unas proteínas en el cerebro. En el Alzheimer mueren más las que están en los lóbulos temporales". Antes de un diagnóstico propiamente tal, se pueden manifestar ciertos fenómenos como la afasia, que es precisamente "la pérdida del lenguaje adquirido".Benavides asegura que para este tipo de enfermedades la terapia no es viable, pues "la pérdida neuronal es muy grande. Cuando el paciente consulta por problemas de memoria y posee otros trastornos, se tratan de estimular las otras áreas del cerebro que van quedando".
Con ella coincide el neurólogo de Clínica Alemana, Pedro Chana: "Estas herramientas buscan anticiparse para proponer terapias en etapas precoces. La idea es buscar estos marcadores biológicos que permiten anticipar el diagnóstico y plantear terapias anticipadas".
De todas formas, estas terapias de tipo farmacológicas, no han logrado los resultados esperados, por Io que el doctor Chana enfatiza: "En medida que la persona tenga una vida sana, haga ejercicio y tenga niveles de nutrición normal, da condiciones que permiten que el sistema mejore, y eso es positivo para toda la neurodegeneración. Te otorga una protección basal, que la neurona también necesita para sobrevivir. Si haces Io contrario, el proceso neurodegenerativo se acelera".