Mathías Vidangossy (33), ex integrante de la Sub 20 que salió tercera del Mundial de Canadá 2007, reabrió su cuenta de Instagram (mathividangossy) hace una semana. Tiene doce publicaciones, todas ellas con fotos entrenando y frases motivacionales adjuntas. "Cuando las cosas no salgan como tú quieres, no te quedes con el dolor. Crea un plan para salir y volver al camino hacia tus sueños", es la última cita compartida por el otrora jugador de Unión Española, Villarreal, Colo Colo y Palestino, entre otros equipos.
-¿Por qué decidió hacerse cuenta en Instagram, Mathías?
-Siempre tuve redes sociales, pero la tenía privada, solo para amigos. Ahora la hice pública para dar a conocer esta nueva etapa con otra mentalidad, menos temeroso a lo que puedan ser las redes. Me enfoqué más en el poder renacer. Todo este tiempo ha sido de aprendizaje. Quiero transmitir el mensaje de que todo se puede, solo hay que tener el foco y a mentalidad bien entrenada.
-¿De dónde saca esas frases motivacionales?
-Llevo harto tiempo leyendo libros de empoderamiento, transformación personal, gestión emocional y neurociencia. Son de autores como Laín García, Dr. Joe Dispenza, Tony Robbins, Bob Proctor, Jeffrey Thompson y Wim Hoff. Cuando veo un pasaje que me gusta lo voy anotando. Gracias a eso pude salir de la depresión. Estoy totalmente sano y con la mentalidad de lograr lo que me proponga.
La carrera de Vidangossy ha sido un eterno sube y baja. Hubo momentos en que no quería ni tocar una pelota. En 2017 dio un par de entrevistas donde confesó padecer depresión. "Me pongo a ver mi historia y siempre tuve esos problemas, esos impulsos de ver todo negativo. La depresión es eso: visualizar el peor escenario en una situación. Mis momentos bajos eran por estar pensando mucho tiempo en lo malo. Y cuando me iba bien eran tramos cortos, porque me sugestionaba y pensaba ¿y si ahora me va mal? Lo venía arrastrando desde que me devolví de España a los 21 años. Hasta los 30. Antes de irme a jugar a Valdivia (2019) ya había empezado este proceso de transformación. Ese año dije: me voy a recuperar solo, sin pastillas.
-¿Tomaba ansiolíticos?
-No, tienen otro nombre, pero eran pastillas para equilibrarme. Quería equilibrarme solo, sin depender de ellas. Dentro de lo que leí entendí que había que escuchar al cuerpo porque transmite lo que te está pasando. Me metí en un mundo lindo, de autoconocimiento para sanar lo que me pasaba. Ahora me siento feliz, entrenando y con ganas de ayudar a más gente. Quiero volver a jugar con toda la plenitud y esplendor que estuvo muchas veces reprimido.
-¿Qué más lo ayudó, además de los libros?
-La verdad es que probé de todo. Cuando uno está perdido, sin respuestas, empiezas a buscar afuera. Es un error grande porque la solución está dentro. Estaba aburrido de que me fuera bien en club y mal en otro. Cuando conté que tenía depresión se me cerraron muchas puertas y lo entiendo porque los clubes no quieren problemas. La única forma que tengo para cambiar esa imagen es conseguir una nueva oportunidad y aprovecharla. Quiero demostrar que el tipo depresivo no quedó vetado del fútbol. Por eso también me gustaría, en el futuro, ser formador- coach con niños. El fútbol es 90% cabeza y 10% talento.
-¿Qué cosas probó cuando dice "de todo"?
-Cosas espirituales, fui a psicólogos, coaches. No digo que no sirvan, son parte del camino y te dejan un mensaje. Cuando logras solucionar tu problema dices "ah, esto lo aprendí acá".
-¿El nacimiento de su hija lo ayudó también?
-Ema tiene 5 años y claro que suma. Pero no te voy a mentir y decir que fue clave y arregló todo. Fue más bien un empujón. Dentro de ese empujón tuve un distanciamiento con mi pareja Fran por Io mismo. Se juntan muchas cosas. Me alejé de mi hija. Llegué a un punto donde no se puede ir más abajo, toqué fondo. Y ahí empiezan a hacer click las cosas. El camino es largo, latero, complicado, pero hoy es el más lindo que me tocó recorrer. El hecho de superar esto solo, con mis propias herramientas, con lo que investigué, con lo que me equivoqué, te va empoderando.
-Su carrera no fue tan regular, pero ahora está mejor preparado para la vida.
-Exacto. El fútbol es una parte, pero después la vida continúa. El fútbol te entrega presiones y hay que saber llevarlas. Algunos saben y otros no, pero no hay que hacerse el loco porque puede repercutir en tu vida personal. No es llegar y rendir, hay que entender que los jugadores son personas, tienen familias. A mí las críticas me botaban al piso. Mi regreso a Unión Española (2014) fue muy difícil. Se escuchaban los gritos de las personas en el estadio. Me sacaban del partido, me daban ganas de llorar. Me tomaba todo a pecho. Era terrible. Ese fue el esplendor de mi depresión, pero ahora ya no es tema.
El renacer de Vidangossy no es solamente mental, sino que también físico. Está entrenando de lunes a viernes, con tandas de gimnasio, ejercicios con pelota y acondicionamiento para regresar al fútbol. "En Valdivia me di cuenta que el cuerpo tiene que estar siempre óptimo. Jugué toda mi carrera con 72 kilos y ahora estoy en 68", asegura.
-¿Cambió la alimentación?
-Nunca fui de preocuparme. Dependiendo de cómo estaba, iba y jugaba. Ahora llevo un año siendo vegano. Fuera carne, pollo, casi todo lo animal. Ml alimentación se basa en legumbres, frutos secos, garbanzos. Quizás a la gente le parezca una tontera, pero a mí me hizo sentido: si el cuerpo está mejor alimentado, la energía fluye mejor por el cuerpo. También medito harto y es algo que quiero explorar más.
-¿Cree que puede volver a jugar en Primera División?
-Sé que voy a llegar a Primera y quiero estar preparado para eso. No sé si será este año, el otro o en dos años más. Quizás ahora luego. Pero quiero estar enfocado en que la oportunidad llegará y tengo que estar al 100%, no al 20%.