Para un grupo de estudiantes de Las Condes, este martes no solo terminaron las vacaciones, sino que comenzó un nuevo año escolar de manera ciento por ciento presencial, dejando de lado las clases virtuales y las cámaras web. Esto ocurrió en el Colegio Internacional SEK de Las Condes, que inició su año escolar una semana antes del ingreso establecido por el Ministerio de Educación (1 de marzo).
Desde las 8 de la mañana, los apoderados junto a sus hijos, alumnos de prekinder hasta cuarto básico, comenzaron a hacer fila para el ingreso al establecimiento, ubicado en Los Militares 6640. Ordenados, con sus uniformes impecables y cada uno con su respectiva mascarilla, fueron entrando de a uno para evitar aglomeraciones.
La historia se repitió a la hora de la salida. Los padres esperaron paciente y ordenadamente que fueran saliendo sus hijos de uno en uno, mientras que ellos corrían a abrazar a sus papás o abuelos. Según varios apoderados, los menores estaban muy contentos por volver al colegio y ver a sus compañeros.
Sobre los protocolos anti Covid-19, en las salas de entre 45 a 60 metros cuadrados los asientos están distribuidos con un metro de distancia, por lo que puede haber entre 15 y 25 alumnos en cada aula. Hay alcohol gel en las salas y en distintos puntos del patio.
"La asistencia es opcional y no hemos tenido el cupo máximo de estudiantes que podría tener el colegio, pero asistió sobre el 80%", comentó José Ignacio Fito, gerente general del Colegio Internacional SEK.
"Los niños no pueden traer alimentos al colegio, ni juegos personales, etc. Las profesoras están despertando su creatividad para realizar juegos que no involucren el contacto físico. Aquí se les dará la colación establecida por la nutricionista del colegio, así que no hay forma de que ellos compartan alimento", agregó.
Una de las preocupaciones era cómo se iba a organizar el recreo, ya que los niños suelen jugar muy juntos. "Es un reto, sobre todo en los más pequeños, pero nadie se quitaba las mascarillas y son muy responsables, los padres también han aportado en eso", dijo Fito.
"Se nota que han tomado todos los resguardos, que hay mucho trabajo atrás. Creo que es una opción válida mandarlos a clases, porque el año pasado fue terrible tenerlos encerrados. Hay que confiar", opinó Javiera Díaz de Valdés, apoderada de kinder.