En la vereda ñuñoína ubicada frente al restaurante Don Peyo, Claudio Valentín Fariña Gallardo, pañuelito en chaqueta, sonrisa radiante, asume una pose fotogénica. "Paradito a lo John Wayne", pronuncia antes de sentir la ráfaga del obturador. "A mí no me gustaba mucho sacarme fotos, pero de repente uno tenía que hacerlas nomás... Y bueno, aquí estoy a los 50 años haciéndolo otra vez", reflexiona el natalino.
-Pero usted tiene 48.
-Sí, está bien informado. Hay gente que dice tener más edad para que les digan "qué joven y bien te ves".
Fariña dice sentirse así. La actualidad lo tiene enfocado en un proyecto editorial. "Estoy haciendo un libro, que felizmente ya está financiado, consistente en hacer 100 entrevistas a personajes importantes del país. La gracia es que ellos planteen sus historias de resiliencia durante esta crisis y sus perspectivas a futuro, para que en 50 años más, ponte tú, el texto sea una fotografía del momento del país", comenta.
Entre los entrevistados de la obra, algunos de los cuales han aparecido furtivamente en su Instagram (@CIaudioVaIentinFarina), figuran los ex presidentes Eduardo Frei y Ricardo Lagos, el ex tenista Fernando González, el comediante Coco Legrand, el astrofísico José Maza y la ex reina de belleza Cecilia Bolocco. "Es muy gratificante volver a hacer lo que siempre hice toda mi vida, para lo que estudié", retoma el protagonista de este artículo.
Previo a continuar, algo de contexto: tras separarse de su segunda esposa, la también periodista Carla Zunino, el reportero fue despedido de T VN a fines de 201 8, donde trabajó para el departamento de prensa durante 22 años. Y aunque meses después formó parte del programa "No culpes a la noche", su ligazón con la TV se esfumó en 2019. Después vino el estallido social de octubre y la pandemia. En ese escenario, la versión periodística de Claudio entró en pausa.
Él se explaya: "Yo tengo dos hijos, de dos matrimonios distintos. Uno estudia en el British Royal School y la otra en la Scuola Italiana. Hay que pagar las colegiaturas, que no son baratas. Por eso estuve haciendo muchas cosas, fui al sur con mi familia, después me devolví de Puerto Natales. Y como estaba desesperado, me puse a trabajar de lo que había".
-Leí que fue garzón.
-Fui garzón, hice también de chofer tipo Uber. Trabajaba en un restaurante y yo mismo repartía a la gente al final de las jornadas. Llevaba al resto de los garzones, cocineros, a la gente que trabajaba ahí. Y ahí me pagaban también por eso. Y, ojo, eso no es nada de simple: hay que ir a un montón de lados, Peñalolén, La Cisterna, muchos sitios...
-Entiendo que lo trataron de entrevistar antes y no quiso: ¿por qué ahora sí?
-Porque en ese tiempo la entrevista iba a consistir en que yo estaba trabajando en un restaurante y sentía que había morbo respecto a eso. Me parecía que uno debería dar entrevistas cuando hay algo que contar, pero qué podía contar si estaba en la misma situación de miles de chilenos que perdieron sus trabajos y que trataron de hacer cualquier cosa en pandemia para reinventarse, para subsistir.
-¿Qué era lo morboso, según usted?
-Ver a este gallo, en este caso yo, que fue periodista y relativamente conocido, de garzón. A todos los que me llamaron, a los programas de JC Rodríguez, a Eduardo Fuentes, al de la Tonka Tomicic, les dije con mucho cariño que no. ¿Es que qué podía contar yo sobre eso? Estaba trabajando como cualquier ciudadano chileno en crisis, intentando hacer lo que pudiera.
-¿Puede contar cómo se gestó este libro de entrevistas?
-Muchos amigos me fueron a ver en ese minuto en que estaba trabajando en el restaurante y me convencieron de que hiciéramos algún proyecto asociado a lo que sé hacer, que es periodismo. Yo encuentro que todos los trabajos son dignos, y no desmerezco a ninguno, pero me hicieron ver que yo tenía cosas que hacer con lo mío. Y ahí partió, lo empezamos a hacer en diciembre, ya he contactado a más de 80 personas, la fecha tentativa para la imprenta era mayo, vamos a ver si alcanzamos con este contexto. Aún no tiene título, pero seguramente la bajada será" 100 chilenos en pandemia".
-Se le oye contento, señor Fariña.
-Es que lo estoy. El periodista está de vuelta. Este libro me ha permitido reencontrarme con lo mío. No es que la haya pasado mal ni mucho menos. Uno tiene que ser agradecido de la vida. No estaba viviendo en la indigencia, pero no estaba haciendo lo que era lo propio.