"Te dije que tengo más vidas que un gato" fue la frase que el villano Leonardo (Carlos Díaz) le dijo a la heroína Rocío (Camila Hirane) en el capítulo final de la quinta temporada de "Verdades ocultas" y marcó lo que vendría este martes en el inicio del sexto ciclo de la teleserie de Mega con un salto de tiempo de 25 años hacia el futuro.
La pareja ya casada y fuera de Chile fue el ejemplo perfecto del nuevo ejercicio del melodrama que debutó en julio de 2017: incluir actores mayores dejando a los antiguos como sus propios hijos. Así fue cómo se vio a Camila Hirane encarnando a Martina, la heredera de Solange Lackington (la ahora cincuentona Rocío) y Carlos Díaz, que fue uno de los únicos dos actores que aguantaron el maquillaje para aparentar más edad. La otra fue Maricarmen Arrigorriaga.
"Hasta para nosotros fue enredado", admite Camila Hirane, quien debió dejarse chasquilla y abandonar los tacos para representar a una chica de 25. Cuenta que cuando los guionistas le anunciaron esta idea "yo rezaba para que no la aprobaran. La encontraba una locura. Soy mucho más temerosa que este equipo que nos lidera... Al final termino haciendo lo que me pidan".
-¿Cómo se consigue mantener enganchado al público tras un salto de 25 años, Camila?
-La teleserie está muy bien escrita, muy fiel a su género y con las licencias que el melodrama permite. Siempre he admirado eso y este es el gran desafío gran. Creo que el final de la quinta temporada dejó al público con una necesidad total de venganza y eso es lo que verán.
Carlos Oporto, jefe de guionistas de "Verdades ocultas", plantea que la credibilidad y la fidelidad de los televidentes "pasa por un tema de convención. Lo verosímil se construye, así como lo hicimos con el cambio de rostro de Agustina (cuando Carmen Zabala pasó a ser Javiera Díaz de Valdés). Puede sorprender en una primera instancia, pero uno rápidamente se habitúa como espectador". Y recalca que "el tiempo puede haber transcurrido, pero siguen habiendo elementos reconocibles dentro de la historia".
La jugada funcionó porque Mega promedió 16,6 puntos de rating, entre las 15:58 y las 17:02 horas contra 8 de Chilevisión; 6 de TVN; 4 de Canal 13 y 2,2 de La Red.
Alejandra Fosalba, recién integrada como Samantha, rol que estaba a cargo de Javiera Díaz de Valdés, quien ahora interpreta a su hija, Julieta, declara: "Me saco el sombrero por los libretistas, pues logran crear muchos giros interesantes en esta historia que seguro va a mantener al público intrigado porque este paso de tiempo es casi una teleserie nueva, pero con personajes y una historia muy potente atrás".
-¿Veía la teleserie, Alejandra?
-No la veía, pero sabía de ella por las redes sociales. Hay un público muy presente ahí que sube escenas, fotos y noticias, así es que siempre estuve informada. La verdad es que estoy muy contenta y cómoda, ha sido mejor incluso de lo que imaginé. Para mí esta teleserie es la esencia del melodrama.
Cristián Campos, el nuevo Tomás (que antes hacía Matías Oviedo y que hoy es su primogénito Cristóbal), sostiene que el gancho es que "los nuevos personajes traen nuevos conflictos y eso significa que las variaciones se van multiplicando: la cantidad de amores y traiciones que se pueden producir son proporcionales a los cambios". "Cuando uno llega al final de una película o libro que le gusta se pregunta qué habrá pasado después. Por eso me parece magistral la movida de la producción de Verdades ocultas de entregarle al público lo que echa de menos", advierte.