"Mi sueño como científico es que fortalezcamos las capacidades científicas y tecnológicas de Chile para que en un futuro cercano, además de recibir aviones con vacunas que llegan gracias a colaboraciones científicas y acuerdos comerciales con grupos en el extranjero, podamos también embarcar aviones con vacunas desarrolladas en nuestro país y que vayan a todo nuestro territorio, así como en ayuda a otros países".
La consigna es de Alexis Kalergis, científico de la Universidad Católica y doctor en Microbiología e Inmunología del Albert Einstein College of Medicine, de Estados Unidos, quien es el principal artífice de la vacuna chilena contra el Covid-19 que, según cuenta, estará lista a principios del 2022.
Hasta antes de la pandemia y por cerca de una década, el doctor Kalergis -quien también es director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (Imii)- había estado dedicado principalmente al desarrollo de una vacuna para niños contra el virus respiratorio sincicial. Por lo que el viernes fue un gran día para él, cuando se firmó el convenio de colaboración entre las universidades de Antofagasta, de Chile, Católica de Chile, el Imii y el Gobierno Regional de Antofagasta, para dar inicio al proyecto que apunta a contar con una red de centros I+D (investigación y desarrollo) y manufactura de vacunas, cuyo fin último es producir al menos 25 millones de dosis de vacunas al año.
Con este desarrollo se podrá superar una etapa clave para que la vacuna chilena contra el Covid-19 pueda llegar a los estudios clínicos en humanos. Actualmente, el prototipo nacional ya superó la fase preclínica, donde la probaron en ratones.
-¿En qué consiste la vacuna?
-Hemos generado cuatro prototipos de vacunas distintos. En cada prototipo estamos usando cuatro proteínas o antígenos del virus. La elección de estos antígenos se basa en su nivel de exposición para ser reconocidos por el sistema inmune.
Kalergis explica que los cuatro prototipos son estrategias independientes, que se han desarrollado en paralelo gracias a la colaboración de su laboratorio y los de la doctora Susan Bueno y el doctor Pablo González de la UC.
"Uno se basa en concentrado de ADN del virus; otro en péptidos del virus; el tercero en subunidades antígenas, que son fragmentos de proteínas especificas del virus indispensables para que el sistema inmunitario lo reconozca; y el cuarto, que es el más avanzado, consiste en una vacuna recombinante en base a la bacteria BCG (Bacilo Calmette-Guérin), que es una bacteria atenuada y que se usa como vacuna contra la tuberculosis", detalla.
Este último consiste en usar como vector la bacteria inocua BCG en cuyo interior se inserta material genético del SARS CoV-2 para que exprese las cuatro proteínas del virus, y así desarrollar una respuesta inmune en el organismo.
En ratones
Una vez que cada prototipo se formuló correctamente, se procedió a experimentar en ratones."Medimos la generación de anticuerpos contra los antígenos o proteínas virales, además de originar un tipo de célula inmune que se llama Linfocito T. Los anticuerpos son proteínas que pueden evitar que el virus infecte a las células del individuo. Los linfocitos T, en cambio, son células inmunes que pueden reconocer a otras células ya infectadas y eliminarlas", dice.
-¿Qué observó en el comportamiento de los roedores?
-En particular, el prototipo de BCG tiene la capacidad de inducir linfocitos T específicos contra los antígenos virales, como también, anticuerpos. Esto lo hace ser una vacuna segura que genera células inmunes de Covid-19. Verificamos que esa vacuna podría ser usada desde el primer día de vida, lo que la hace única. Además tiene una optimación de la inmunidad adquirida y entrenada.
-¿Qué es eso?
-Para que una vacuna sea exitosa, debe conferir inmunidad específica (o adquirida), consistente en anticuerpos y linfocitos T. Sin embargo, también es importante la inducción de inmunidad entrenada contra el virus de células del sistema inmune innato. Es decir, la inmunidad específica consiste en desarrollar una respuesta inmune nueva dirigida a un patógeno, y la entrenada, en entrenar células ya existentes del sistema inmune.
En recién nacidos
Kalergis formó parte de un artículo publicado en mayo del 2020 en la revista "Frontiers in Immunology", donde explicó que la inmunidad entrenada que genera la BCG podría ser beneficiosa contra el coronavirus, ya que induce un entrenamiento constante de las células inmunes para que respondan de mejor manera frente a una Infección de virus respiratorio."'Los países que tienen programas de BCG, en general, responden mejor al coronavirus durante las primeras semanas del brote infeccioso. Por eso usamos esta bacteria atenuada como componente de la vacuna. Lo que hicimos ahora fue modificar la BCG para que, además de la inmunidad entrenada, induzca inmunidad específica contra el coronavirus", añade.
-¿Vacunar a recién nacidos?
-La vacuna se diseñó para vacunar desde el nacimiento, en recién nacidos, y ha funcionado así en la fase de estudios preclinicos, en los ratones. Pero se debe probar su funcionamiento en las otras etapas. Cuando completemos los estudios clínicos recién confirmaremos si esta propiedad funciona correctamente en humanos. La BCG se ocupa al nacimiento por más de un siglo. Pensamos que podrá ser ocupada en nuestra versión modificada.
-¿Cuál es el siguiente paso?
-Va de la mano con la actividad de este viernes. Consiste en superar la etapa de Buenas Prácticas de Manufactura (GMP/Good Manufacturing Practices), porque ese requerimiento es trascendental para hacer los estudios clínicos.
-¿Qué pasará cuando se logre la GMP?
-Ahí recién podremos empezar las pruebas clínicas y los estudios científicos en humanos.
-¿Se probará en niños?
-Esperamos realizar estudios de fase I y ll en población adulta. Dependiendo de los resultados de seguridad e inmunogenicidad, recién podremos definir si realizaremos o no estudios en población pediátrica.