Desde febrero del 2020 que Cristián "Chico" Pérez no iba a ver a sus padres a Valdivia "porque había que cuidarse uno y cuidar a los viejos", destaca él, pero hace dos semanas decidió partir sin avisarles. Golpeó la puerta y les dio la sorpresa, aunque él mismo confiesa que eso no fue tan buen idea porque "no se han contagiado de Covid y casi los mato de la impresión". Cuando regresaba a Santiago se dio cuenta de que su viaje no fue sólo porque extrañaba a sus papás: "Fue para recibir una inyección de energía. Yo venía un poco agotado mentalmente, lo necesitaba". La razón de este agotamiento mental es muy clara, tras su salida de la televisión (lo último estable que hizo fue en el matinal de Chilevisión, en 2019) los eventos como DJ en fiestas ochenteras eran su principal ingreso y el último que hizo fue el 14 de marzo del 2020. Ya pasó un año de eso.
"En promedio yo hacía cinco eventos por mes, pero en marzo del 2020 vino el quiebre. Yo tenía cerrados eventos hasta junio y todo se cayó (...) mis ingresos se fueron de 100 a cero, porque esto no era mi pituto, era mi trabajo". Haciendo un balance del año completo, Pérez asegura que pudo juntar el "20% de lo que ganaba" y que, afirma, "no era tanto".
-¿Los eventos le daban para vivir bien?
-Podía vivir tranquilo pagando el dividendo, los colegios, los servicios básicos, todo, con eso me mantenía.
-¿Cuál fue su sensación cuando partieron las cuarentenas?
-De calma. Fue un poco lo que pensamos todos los que nos dedicamos a esto "vamos a estar unos tres meses parados y habrá que aguantar". Nosotros (la gente que trabaja en espectáculos masivos) conversábamos y creíamos que en septiembre del 2020 íbamos a estar de vuelta, ilusamente. Pero empezamos a ver que seríamos los últimos en esta cadena.
-¿Cómo lo hizo para mantenerse?
-Cuando vi que venía para largo tuve que gastar los ahorros, unos fondos APV (Ahorro Previsional Voluntario) que pensaba ocupar cuando viejo y un seguro de escolaridad para mis hijas (tienen 13 y 9 años), que había tomando pensando en cuando salgan de cuarto medio. Platas para el futuro a las que no tenía contemplado, jamás, echarles mano. Por suerte había tenido la posibilidad de guardar. Lo último que saqué, con dolor, fue la plata que tenía guardada para la educación de mis hijas, pero no quedaba otra.
-¿Hizo los retiros de la AFP?
-Me negaba absolutamente. Cuando salió el primero dije "no lo voy a sacar porque esa plata la tengo ahí y ya saqué el APV", me negaba, pero la máquina sigue. El primero lo saqué hace tres meses y ahora tuve que sacar el segundo, porque la cosa sigue igual y se va a acabar y no hay más (...) No hay trabajo, no hay fondo, nada guardado.
-Vi que ha hecho fiestas por streaming.
-La primera fue en mayo del 2020. La entrada costaba 3.000 pesos. Tuvo éxito e hice otra un mes y medio después. Hice como seis en el 2020 que me daban respiros, eran como 600.000 pesos que servían para ir al supermercado y algunas cuentas. También estuve en "Dale play" (Mega), donde me mandé una racha adivinando canciones y estuve como en 10 programas. Ahí hice un fondito y con eso pagué la mitad del colegio. También algo me canal el canal en Youtube y la radio.
-¿Cómo se maneja el tema con la familia?
-Es complejo. Yo, en general, tengo mucho humor y mis hijas lo pasan bien conmigo. Trato de no perder eso, de no transmitir mi preocupación. Obvio que me preocupa, pero trato de mantener eso alejado de la realidad de ellas. Con mi señora lo converso y empiezas a pensar en otras posibilidades (...) Habrá que buscar otra forma mientras tanto porque no creo que este 2021 vuelvan las discotecas. Me quedan al menos nueve meses de lucha (...) hay que aguantar, no puedo irme a un rincón a escuchar música depresiva y decir "todo está perdido", no, en ningún caso, además, yo no soy así.
-Mantiene la fe.
-Es mi realidad, pero lo cuento con la esperanza que esto se va a arreglar en un minuto y vamos para adelante aguantando, reinventándonos, llamando, hablando, diciendo "Oye, tengo esto, ¿te interesa esto?", si uno no lo intenta nadie va a venir a tocarme la puerta a decirme si quiero algo, uno tiene que ir a buscarlo y en eso estoy, en eso gasto mi día, en pensar, buscar, inventar, rehacer. Ahora estamos ofreciendo fiestas para empresas, cumpleaños privados, todo lo que pueda hacer (...) si tengo que vender quesos, lo hago.
-Hay algún proyecto en carpeta.
-Hay varias cosas que están ahí, madurando, pero no me entusiasmo hasta que esté definido. Hay un proyecto con un canal del sur, otro con un consorcio de radios, mira... yo veo luz al final.