Daniela Kirberg (41 años) recuerda la fecha con exactitud. "Desde 13 de febrero ya no pude comer ciertas preparaciones como, por ejemplo, sushi. Además, de no poder abrir bien la boca para lavarme los dientes", resume la modelo, que en su cuenta de Instagram (@daniela_kirberg, 88,7 mil seguidores) confesó que "después de semanas de dolor de mandíbula y oídos mi dentista me ordenó un scanner. En resumen, tengo osteoartritis de la articulación temporomandibular".
-¿Qué le pasó?
-La estructura ósea de mi mandíbula está deteriorada y me genera mucho dolor. Se debe a la acción inconsciente de apretar la mandíbula por tensión. Lo haces cuando manejas, trabajas o en cualquier momento. Ahora que sé lo que me pasa, cada vez que estoy apretando, paro.
Susana Alvo, especialista en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial, que está tratando a la modelo, añade que "los trastornos temporomandibulares es un conjunto heterogéneo de patologías que afectan tanto a los músculos, a las articulaciones y a los tejidos que envuelven el movimiento de la mandíbula. Es la principal causa de dolor del territorio maxilofacial de origen no dentario y tiene una sintomatología muy variable como el dolor muscular o articular, sonidos en la articulación, problemas en los movimientos de la mandíbula, tensión, restricción de apertura y dolor de oído, cabeza y cuello".
-¿Cuál es el origen?
-Se produce por una inflamación crónica y el origen es multifactorial, pero lo que produce es que el hueso y el cartílago de la mandíbula se va perdiendo.
-¿El estrés es un factor?
-Absolutamente, al igual que los problemas de sueño.
Daniela Kirberg añade que "duermo bien y además, con la típica placa para el bruxismo. De hecho, amanezco sin dolor, pero avanza el día y llega el estrés y, al mismo tiempo, comienza el dolor de la mandíbula Para bajar el estrés planeo volver al deporte, porque hace un mes que no hago nada, además de seguir con mi terapia".
-¿Qué tan grande es el dolor?
-Me dolía tanto que si comía sushi o una hamburguesa no podía abrir bien la boca (para darle el mordisco). Empecé a perder la movilidad y el dolor se irradia a otros lugares entonces me molestaban mucho los oídos. Incluso pensé que podía tener Covid de lo mal que me sentía. Lo más común es que te duela la cabeza y hasta los hombros, por ejemplo. Por miedo a contagiarse, uno se ha dejado estar un poco en pandemia.
Susana Alvo asegura que el tratamiento es integral. "Si un paciente está pasando por un momento difícil puede ser necesario el apoyo de un sicólogo o tal vez de un neurólogo para pacientes que tienen problemas de sueño, también se puede trabajar con un kinesiólogo".
-¿Algo más?
-Bajar la consistencia de los alimentos y hacer una dieta líquida por un tiempo. El uso de aparatos (planos) es una de muchas herramientas, no es lo principal, además de farmacología como antiinflamatorios. También intervenciones como el lavado de la articulación y también se puede infiltrar corticoides en la zona o inyectar ácido hialurónico dentro de la articulación porque tiene muchos beneficios.
Por estos días, Daniela Kirberg también está dejando otra práctica: el Zoom. "Usualmente gesticulamos mucho más y hasta gritamos, así que estoy bajándole a eso", añade la empresaria. "El reposo de la mandíbula es muy importante porque debemos desinflamar lo más rápido posible. Por ejemplo, si alguien tiene inflamada una rodilla lo más probable es que le den reposo. La mandíbula la usamos todo el día; al comer, hablar, cantar, dar besos, etcétera. Al paciente no se le puede poner un bozal; por lo mismo, al bajarle la consistencia a los alimentos y al dejar de hablar tanto, en especial por Zoom porque hablamos más fuerte para que nos entiendan, hay reposo", cierra la cirujano dentista (@alvo.dental)