El 27 de marzo se realiza en Tailandia la finalísima del Miss Grand Internacional. Chile tiene una representante: Valentina Benavente, una quillotana de 28 años, tecnóloga médica en oftalmología, quien, para mantener la impronta de candidata, viajó a ese país con ropa de gala y tacos de 13 y 16 centímetros durante las casi 40 horas de viaje.
La premisa de Valentina "es lucir divina aunque uno viaje por horas". Por eso en las dos escalas, una en Sao Paulo de cinco horas y otra en Zurich de ocho, ella aprovechó de cambiarse de ropa y verse apolínea en cada parada. "Lo hice por varios temas, uno es porque el viaje es bastante largo, entonces necesitaba refrescarme. La otra razón es que el Miss Grand busca una mujer que lleve un mensaje, que sea una vocera, pero también tiene que lucir bien, quería mostrar que en cada cambio de ropa podía lucir divina", dice desde su destino.
-¿Eso también incluía los tacos?
-Viajé con dos tacones, unos de 16 centímetros y otros de 13.
-¿Con el viaje tan largo no le dolían los pies?
-No, para nada. Estoy acostumbrada a usar tacos. Para mi preparación para el Miss Grand pasaba horas en tacos, los fines de semana me levantaba con ellos y cuando me acostaba me los sacaba.
-¿Viajó con muchas maletas?
Llevé tres maletas grandes, una de mano, un bolso de mano y una caja gigante donde va el traje típico (que es de cobre). Llevo un par de cositas más, pero no me cabía mucho más en las maletas.
-¿Qué proyección tiene el Miss Grand, Valentina?
-El Miss Grand International es una gran plataforma en la cual puedo generar reales cambios, trabajar directamente con las personas a nivel mundial. Para mí es una gran oportunidad y voy a dar todo lo que esté en mis manos para poder lograrlo.