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Roberto Cox alegó por los vecinos reclamones y se abrió el debate

Roberto Cox, conductor del noticiero matutino de Chilevisión, escribió lo siguiente en su cuenta de Twitter (@coxrobertocox, 18.200 seguidores): "Personajes desagradables en pandemia. Empiezo yo: el vecino que te acusa a los conserjes si usas la piscina del edificio y no reservaste (y la piscina completamente vacía). Cuenten el suyo".

La queja despertó un acalorado debate en la red social sobre los límites de una buena convivencia vecinal. Algunos usuarios lo acusaron de saltarse las reglas del edificio a conveniencia, mientras que otro grupo apoyó su postura y llamó al resto de los cibernautas a usar más el criterio en determinadas ocasiones.

Cox cuenta que la administración de su edificio estableció dos reglas principales para el uso de la piscina durante la pandemia: la reserva de horas y un aforo máximo de seis personas. Cada vecino, agrega, puede agendar una hora al día para utilizar la piscina, siempre y cuando no se supere el límite de capacidad impuesto. Pero muchas veces, dice, hay personas que reservan y no van a la piscina, bloqueando el horario para el resto.

-¿Qué pasó, Roberto?
-Todo ocurrió la semana pasada. Ese día reservé una hora como a las II de la mañana. Usé la piscina y como no había nadie, me quedé tomando sol 15 minutos más. Hasta que llegó una persona. Sin decirme una palabra, se fue y al rato volvió con el conserje, quien me pidió que me retirara.

-¿Qué le contestó?
-La culpa obviamente no es del conserje, pero le respondí sí, la piscina está reservada, pero el aforo es de máximo seis personas y acá habemos dos (el vecino y Cox) y sobra el espacio para estar distanciados unos 30 metros . Me pareció bastante egoísta la postura del vecino, en qué molestaba que hubiera una persona más en la piscina a esa hora.

-Quizás debió haber avisado que iba a usar un rato más la piscina. Se habría ahorrado el mal rato.
-Sí, tal vez debí haber hecho eso, pero se me pasó. No lo hice con un afán de saltarme la regla. Lo que pasa es que yo pienso basado en el sentido común. Soy partidario de que la gente use la piscina mientras no se supere el aforo máximo, pero seguramente hay otro tipo de personas más apegadas a las reglas y que dice no, si tú no reservaste, no puedes usarla . También es válida esa postura.

Dos miradas

El filósofo Mauro Basaure, académico de la Universidad Andrés Bello e investigador del Centrc de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) concuerda con Cox y explica que existen dos miradas sobre la convivencia entre vecinos, ambas igual de legítimas: una basada en la tolerancia, el criterio y el sentido común, apelando al contexto; otra más sistémica, apegada a las reglas y al deber ser.

"Cox debió haber pedido una exención a la regla, haber avisado que iba a usar la piscina un rato más, incluso por WhatsApp", plantea Basaure. "Porque cuando hay una explicación de por medio, una solicitud, y pese a eso una persona rechaza todo, porque la regla es la regla, ahí aparece la figura que conocemos como el tonto grave. A Cox le faltó ese detalle, porque las personas apegadas a las reglas se sienten pasadas a llevar cuando se incumplen las normas", agrega.

El filósofo explica que todos estos conflictos suelen ocurrir con más frecuencia en los edificios, porque sus habitantes tienden a vivir en la ficción de la autonomía y olvidan que en realidad son cohabitantes de una gran casa, en la que cada departamento es sólo una pieza del inmueble.

"La pandemia ha reactivado la necesidad de observar la conducta de los otros, porque ahora el comportamiento del resto podría ponerme en riesgo. Antes de todo esto, a la gente no le importaba mucho lo que hicieran los demás. En tiempos de encierro, la tolerancia y el criterio ayudan a la convivencia entre vecinos, sobre todo en las cuestiones que no se pueden normar, como los gemidos de sexo o los olores. En cambio, en todo lo que tiene que ver con el cuidado de la comunidad, aplica la regla", ilustra.

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