Se podría estar tomando algo a la orilla del mar con algunas amigas en Ibiza, España, pero desde hace un mes para Andrea Dellacasa (42) el panorama ideal es sentarse al final del día y tomarse unos mates con sus papás, Fernando y Margarita. Tras 18 años sin vivir con ellos, la modelo cordobesa volvió a la casa de sus papás en Carlos Paz.
El vuelo que la trajo de regreso, tras pasar 5 años trabajando como modelo y Dj en Ibiza, aterrizó el 7 de marzo en Buenos Aires. Ahí la esperaban su hermano, Diego Dellacasa y su cuñada, Janis Pope. "Ellos me llevaron a la casa de mis padres y no pude abrazarlos por la cuarentena que tenía que hacer al llegar al país. Creo que ahí algo cambió, porque esta vuelta a Carlos Paz no era tan definitiva, todo cambió cuando volví", expresa Dellacasa.
Los días de cuarentena los pasó en el departamento donde vive y que está atrás de la casa de sus padres. En esa soledad decidió que el viaje de tres meses por el que venía se convertiría en uno sin fecha de retorno a España "La pandemia hace que uno se replantee las cosas. Las cosas están difíciles, mis viejos viven solos y uno va viendo que pasan tantas cosas de las que uno no sabe o no las vive con ellos simplemente".
-¿Y qué vio, Andrea?
-A los 10 días me hice el PCR de rigor y por fin pude tocarlos; fue el beso y el abrazo más esperado. Todo esto me hizo valorar y decidí quedarme con ellos. Mi papá tiene 71. Mi mamá tiene 65 y tuvo neumonía entonces si sigo lejos, no podría estar tranquila.
-¿Mientras estaba allá se cuestionó eso?
-Es que uno viene de paso cuando viene a ver a los viejos y claro, en mis viajes de visita uno va para allá, para acá, todo rápido y no logras ver a tus viejos en su real dimensión. Los veo mayores. Uno se va fijando en los detalles, veo el caminar de mi viejo. Mis papás son súper vitales, pero necesitaban que estuviera en casa.
-El tiempo pasa.
-Sí, y uno tiende a congelar a los padres, como si nunca envejecieran. Son nuestros súper héroes y no pueden hacerse mayores, creo que por eso uno no ve el paso del tiempo en ellos. Finalmente, cuando los logras ver, siento que no hay más tiempo. ¿Cuánto me queda por disfrutarlos?
-¿Cuál es su rol en la casa familiar?
-La llevo a mi vieja donde quiera o necesite, vamos a comprar las cosas para la casa. Lo que necesiten estoy ahí y eso me da tranquilidad.
-¿Cómo recuperan el tiempo, Andrea?
-Nos sentamos a tomar unos mates, conversamos mucho. También aprovecho de estar con mi hermano, Janis y mi sobrino, Ciro (3). Tengo tiempo para jugar y charlar con él que está tan grande y exquisito. Soy la tía que mal educa y me encanta ese rol.
-¿Está tranquila con su decisión de quedarse entonces?
-Hace 18 años que no vivía con mis papás, me fui joven de la casa. Lo paso bien con ellos, también tengo mi privacidad, mis momentos de soledad. Cuando salgo a caminar veo mi presente y estoy en paz.