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El corto funeral del heredero de "Los Gálvez", clan de narcotraficantes de La Legua

Pasadas las 15 horas el ambiente era tranquilo afuera del Instituto Médico Legal (IML), ubicado en la comuna de Recoleta. En el lugar, una treintena de familiares de Bryan Salvatore Gálvez Calderón, heredero del clan "Los Gálvez", reconocidos narcotraficantes de la población La Legua, esperaban la entrega de su cuerpo.

Sin ganas de hablar ni identificarse, a las 15.30 horas uno de los parientes del joven de 26 años acribillado el pasado jueves, comunicó la decisión familiar de cremar el cuerpo de Bryan, apara "evitar cualqu'er problema con Carabineros, porque ahora sólo queremos lidiar con el tremendo dolor de perder a alguien que lleva nuestra misma sangre".

El momento escogido para la declaración no fue casual, pues justo en ese momento pasaba frente a la morgue un carro lanzagases o "zorrillo", a muy baja velocidad. La escena sólo fue un adelanto de la tensión que se generaría el resto del día.

A las 15.40 horas el funcionario que normalmente vocea en la puerta del IML los nombres de los fallecidos, llamó discretamente a los Gálvez. A la explosión de llamados telefónicos entre parientes, se sumó la repentina aparlción de una caravana de seis vehículos, que se estacionó silenciosamente frente a la puerta del edificio.

Una cuadra más al sur, Carabineros cumplía la palabra empeñada por la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, quien el viernes adelantó que no se admitiría un narcofuneral con bombos y fuegos artificiales, como ya ha ocurrido.

Para evitar que nuevos autos se sumaran a la caravana, a las 16.45 horas Carabineros movó sus fuerzas en la avenida La Paz. Estacionó sus dos zorrillos, el guanaco y el bus con policías que acababa de llegar, de modo tal, que sólo podía pasar un vehículo por vez.

Casi al mismo tiempo salía del IML la carroza blanca con el cuerpo de Bryan. Eran las 15.57 horas y los aplausos y chiflidos para despedir al narco, quien a los 15 años ya acumulaba dos homicidios, no se hicieron esperar. Paralelamente, varios automóviles que esperaban estacionados frente al edificio, se sumaron al cortejo que había llegado minutos antes. Al partir tras la carroza, la fila sobrepasaba los 20 vehículos.

Tras un breve recorrido, el cortejo entró al Cementerio Santísima Trinidad, ubicado en la calle Valdivieso de Recoleta, donde el cuerpo de Bryan fue ingresado al Cinerario La Recoleta. Eran las 16.20 horas y Carabineros no se movió de la puerta del campo santo, hasta entrada la noche, cuando la familia Gálvez retiró las cenizas y se fueron a sus casas.

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