Un subcomisario y un inspector de la Policía de Investigaciones fueron condenados por el Primer Juzgado de Garantía de Santiago a cuatro y cinco años de cárcel respectivamente, acusados de haberse quedado con parte del botín del robo a un banco y falsear un informe policial. Ninguno de los dos pertenece ya a la institución.
El 10 de julio del año pasado los policías allanaron en Pudahuel la casa de un sujeto que ese mismo día había robado $20.000.000 desde una caja fuerte de un banco Bice, ubicado en Las Condes.
Mientras revisaban el segundo piso de la casa, los policías, que pertenecían a la Brigada de Robos Oriente, encontraron cerca de una cama un par de zapatillas marca Puma y un par de botines azules, estilo trekking. En el parte policial escribieron que en su interior había mil billetes de $10.000 repartidos en las dos zapatillas y los dos botines. En total. 10.000.000.
"En ese informe", cuenta Eduardo Baeza, fiscal jefe de la Fiscalía de Pudahuel, "adjuntaron unas fotos en las que se podía apreciar el volumen de los billetes que estaban dentro del calzado".
Todo habría andado miel sobre hojuelas para los detectives si es que el ladrón original no hubiera reclamado. Él -le dijo a su abogado- que había robado 20 y no IO millones de pesos.
Eso lo denunció el abogado del imputado a la fiscalía, que tuvo que comenzar un sigiloso trabajo bajo el paraguas de una duda terrible: ¿será verdad lo que dice el ladrón? Y si no lo es, ¿Qué sentido tiene que un ladrón invente que robó más de lo que dice la policía?
Cuenta el fiscal Baeza que la investigación la realizó junto al Departamento V (Asuntos Internos) de la PDI.
Lo primero que hicieron fue contactar a un perito bancario, al que le preguntaron su parecer: ¿en las fotos del calzado hay "solo" $10.000.000?
"Era alguien con vasta experiencia y al apreciar las fotografías dijo que era imposible y que lo que se veía eran 920.000.000 0 una cifra cercana a eso", describe el persecutor.
Reconstitución en la zapatilla
Por supuesto, no bastaba solo con una apreciación visual. Había que reconstituir la escena del crimen, o sea, había que ver cuántos billetes cabían en las zapatillas y los botines, o cuántos había que poner para que se vieran como en la foto.Para lograr simular el volumen de dinero que había en las fotografías tomadas en el allanamiento -dice Baeza tuvieron que pedirle billetes al banco. Metieron primero mil billetes de $10.000. Ni de cerca se parecía a la imagen. Luego pusieron mil billetes más. Bingo. "Pudimos determinar que era imposible que en las fotografías, por ende en el calzado, hubiesen solo $10.000.000", resume el fiscal.
Con las pruebas en la mano, y enfrentados a la evidencia, el primer detective declaró que efectivamente había participado junto a dos colegas -uno de ellos aún no ha Sido condenado- en la sustracción de la mitad del botín. Poco después su compañero hizo lo mismo.
"Cuando estaban en la casa del acusado del robo pusieron el dinero dentro de una bolsa. Una vez que llegaron a las oficinas, uno de ellos dejó el dinero en un locker. Después llamó a sus compañeros y lo repartieron entre los tres", revela Baeza.
Como ninguno tenía antecedentes penales, el juez Fernando Guzmán les concedió la pena sustitutiva de libertad vigilada intensiva, por haber cometido los delitos de malversación de caudales privados y haber faltado a la verdad en un informe policial.
El ladrón original enfrentará su propio juicio en los próximos días.