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Cachureos en el estacionamiento

Es bastante frecuente que residentes de los edificios usen los estacionamientos como bodegas. Eso porque hay unidades que no cuentan con espacio para guarda u otras que son muy pequeñas. Aunque por lo general, las cosas que quedan acopiadas en este espacio son de gran tamaño: colchones en desuso, muebles, materiales de construcción, portaequipajes de autos, cajas, entre otras. Todo lo cual deja una sensación visual de desorden.

Cumplir normas

El tema es que este espacio no debe ser usado con ese fin, puesto que hay normas en los reglamentos de copropiedad que prohíben que esta área sea ocupada con otro propósito. "Desde el minuto que uno se va a vivir a un edificio, implícitamente se compromete a cumplir con el reglamento. Hay normas que establecen que tienen que ser solo vehículos motorizados, y otros que dejan explícito que está prohibido los enseres en los estacionamientos. Por ende, los estacionamientos no pueden ser usados para nada distinto que estacionar vehículos", expone Claudia Vega, administradora de Amengual Administraciones, quien está a cargo de ocho comunidades situadas en las comunas de Las Condes, Providencia, Ñuñoa, y Macul.

similar comparte Andrés Álamo, Una opinión administrador de un edificio de Providencia: "Para la ley de copropiedad, los departamentos, estacionamientos y bodegas son unidades. Cada unidad debe ser usada para el destino para lo cual se construyó. Un estacionamiento de autos no se puede usar para otra cosa: ese es su destino de uso. Lo mismo que un departamento: no se puede transformar en oficina. Un estacionamiento con un colchón es visible, pero un departamento como oficina no es visible. Ambas cosas son infracción al reglamento", argumenta.

¿Los propietarios reclaman? "Claro, dicen que es de su propiedad, y que por lo tanto pueden hacer lo que quieran, pero la respuesta es que no: hay normas que deben acatar, y una de ellas es que el estacionamiento debe ser para dicho fin, estacionar autos y no ser centro de acopio", manifiesta Vega.

Es conversable

La administradora dice que los elementos que abundan son aquellos de gran tamaño, o bien, cosas que no entran cuando tienen la bodega muy ocupada. "Es cosa de pasearse por los estacionamientos, y ver que hay varios que tienen acopios de distintos elementos. Lo que más se repite son materiales de construcción. Por ejemplo, cajas de piso flotante, tarros de pegamento, pinturas, hasta coches de niños".

Admite que son los mismos vecinos los que dan aviso a la administración, sobre todo cuando se ven afectados con los depósitos de otro. Por ejemplo, si la otra persona tiene dificultad para estacionar. También los conserjes en sus habituales rondas se pueden percatar de que hay personas que destinan el estacionamiento como bodega.

¿Qué medidas toman? "Lo primero que hacemos es enviar un mail. Si no hay acuso de recibo, tratamos de contactarlo por teléfono o la conserjería llama directamente al departamento. Lo último que hacemos es multar. Pero el ideal es nunca llegar a hacerlo. No me sirve multarlo si van a seguir los cachureos ahí. Uno no parte multando, parte avisando, llegando a un acuerdo, pero hay vecinos porfiados y no queda mayor opción. El objetivo de la medida no es recaudar fondos, el objetivo es que el vecino cambie la conducta", resalta Vega.

Las multas varían según la comunidad, y van desde 1UF o 3 UTM. Uno de los riesgos que advierte es que tener mucho material depositado en ese espacio puede fomentar la aparición de plagas.

En todo caso, plantea que esta situación puede ser conversable si se trata de una medida transitoria. Por ejemplo, si la persona se está mudando o está realizando algún tipo de reparación. "Uno le pide una fecha y puede negociar el retiro. Lo que no puede pasar es que esta cuestión se eternice y se haga costumbre. Habitualmente damos aviso cuando ya llevan una semana. Si pasa ese tiempo, es bodegaje de frentón", sostiene.

Álamo indica que en su caso las personas suelen dejar en esta área distintos tipos de elementos. Los que más se repiten son muebles que no usan. "Para vivir en paz y en comunidad, y darles la oportunidad a las personas para pueda rectificar su actuar, Io que uno hace es tratar de conversar con las personas, o mandar alguna carta antes de aplicar la multa que indica el reglamento. Normalmente al vecino que está al lado es al que le molesta más: ellos son los que más reclaman. Por ejemplo, si le ponen un colchón al lado", expresa.

Las multas en su caso van desde 1 UF hasta 10 UE "No hemos llegado a multar por este tema. Los vecinos actúan en forma rápida y no generan mayores problemas. En esta comunidad hay buen ambiente", cierra.

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