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Cosmetóloga dejó videos para el futuro de su guagua, por si no volvía, antes de ser intubada

Rocío Lamich, de 40 años, contesta el teléfono con la voz baja y una ronquera que le corta la respiración a menudo. Pese a las pausas que debe hacer para hablar, se le escucha entusiasta y emocionada.

"Los pronósticos eran malos. Los médicos le dijeron a mi familia que quizás tardaría dos años en recuperar el habla, que iba a necesitar una cirugía reconstructiva porque mi laringe y cuerdas vocales estaban laceradas", cuenta desde Calama la dueña de un centro de estética, quien se recuperó del Covid-19 tras estar dos semanas en coma y ser intubada cuatro veces.

Más que su voz, la emoción de la cosmetóloga radica en que pronto volverá a reunirse con su hijo de un año y ocho meses, a quien dejó de ver desde el momento en que fue hospitalizada y a quien decidió grabarle varios videos de despedida en caso de no volver.

Rocío Lamich cuenta que su pesadilla comenzó el 2 de abril, cuando su nana llegó a trabajar con síntomas de resfrío. Dos días después su hijo empezó con fiebre. Los tres se realizaron PCR que resultaron positivos.

"Me quedé sola con mi hijo en cuarentena, porque soy mamá soltera. Por suerte, él sólo tuvo un poco de fiebre durante dos días y pude amamantarlo. El problema fue que después yo empecé con síntomas más fuertes, como dolor de cabeza, de cuerpo, diarreas y hasta vómitos con sangre. Llamé varias veces a la ambulancia, pero me decían que no podían hacer nada a menos que tuviera dificultad para respirar".

Ese día llegó el 13 de abril, luego de notar que sus labios estaban morados y su saturación de oxígeno era de 83. Antes de que la ambulancia se la llevara al Hospital de Calama, Lamich le pidió a un amigo que fuera a cuidar a su hijo.

Instrucciones

El 16 de mayo, a Rocío le dijeron que la tendrían que intubar. Desde ese momento, cuenta que el miedo a morir y a dejar a su hijo la embargó.

"Llamé a mis hermanos para despedirme y para decirles qué debían hacer con mi hijo, mi casa, mi salón y todos mis bienes en caso de que no despertara. También le dejé videos a mi bebé para que los viera más grande, y le mandé muchos audios a mi abogada para que todo quedara en orden. Me puse en modo sobrevivencia. No tenía ganas de llorar, sólo pensar rápido en el futuro de mi hijo", recuerda.

Rocío dice que actuó fríamente y que no hubo ensayo en sus registros. "Fueron mensajes que fluyeron rápido: hagan esto con mi casa, vendan mi auto, etcétera. Mi deseo era que mi bebé se quedara a cargo de mi hermano y cuñada. Tuve poco tiempo antes de que me quitaran el celular. Además, apenas podía respirar, entonces fui concreta, súper enfocada en las instrucciones para que se me entendiera todo", dice.

"También entregué claves como la del celular, la del iCloud, para que mi hijo tuviera acceso a las fotos de nosotros, para que tuviera recuerdos de su mamá. Lo cuento y me da escalofríos", agrega.

Sin voz

Luego de la primera intubación, Rocío sufrió una hemorragia por nariz y boca. Fue trasladada grave al Hospital de Antofagasta y debió ser intubada tres veces más. Estuvo en coma dos semanas, hasta que a finales de abril despertó completamente desorientada y sin voz. Sus pulmones habían mejorado, pero su laringe estaba muy dañada al punto de no poder respirar, comer ni hablar. Los médicos le hicieron una traqueostomía (colocar un tubo en la tráquea para poder respirar), que mantuvo por dos semanas.

"Por suerte, cuando me sacaron el tubo de la tráquea pude hablar levemente. Ese mismo día me dieron por primera vez comida y pude deglutir. Estaba tan feliz de comer, porque ya tenía mucha hambre. Fue una leche con chuño y la papilla de manzana más rica de la vida", dice.

Pérdida de custodia

La cosmetóloga cuenta que llegó a residir a Calama hace 16 años, oriunda de Buin, en la Región Metropolitana, donde está toda su familia. Por eso, durante el tiempo en que estuvo hospitalizada, perdió temporalmente la custodia de su pequeño hijo.

"Cuando mi nana salió del alta, fue de inmediato a quedarse con mi hijo. Pero como no era un familiar, se activó la protección al menor y tuvo que venir mi hermano de Buin, a quien le dieron la custodia. Mi bebé ahora está en Buin con mi familia, súper bien, pero el 11 tengo audiencia para que los jueces vean que ya estoy en condiciones de salud para cuidarlo".

"Quisiera que ninguna persona pase por esto. Es como estar esperando en el matadero. Por eso hay que exagerar los cuidados. Yo me cuidaba mucho en el spa, soy una persona deportista, que no bebe ni fuma y me pasó esto. Ahora estoy con estrés post traumático y con mi hermana que me vino a cuidar".

-¿Ha visto los videos que dejó?
-Cuando desperté vi algunos y me afectaron mucho. A mi hijo le decía que recordara siempre que él era un niño inteligente, bondadoso, que le hiciera caso a su abuela y tíos. Básicamente le di consejos para que fuera una buena persona.

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