Tras el fallecimiento del empresario Fritz Bartsch, único propietario y responsable del éxito de Pacific Fitness, comenzó una nueva etapa en la compañía, donde sus tres hijos se aprestan a tomar el control de la principal operadora de gimnasios del país, que actualmente cuenta con cien sucursales repartidas en 40 comunas.
Así lo confirmó Claudia Contreras, la mejor amiga de Bartsch por veinte años y quien ayer no pudo asistir al velorio en la Capilla NO 2 del Cementerio Parque del Recuerdo. "Los muchachos ya se reunieron con los ejecutivos que formaban el círculo de hierro de su padre, los confirmaron en sus puestos y además les pidieron todo su apoyo para rescatar y hacer crecer Pacific", comentó la ex ejecutiva, quien se muestra optimista sobre el futuro de la empresa.
Sin embargo no todos tienen una visión tan positiva. Rodrigo Silva, dueño de la cadena de gimnasios W Fitness y uno de los últimos en hablar con Bartsch, cree que "el principal peligro que hoy enfrenta Pacific es la falta de experiencia de sus hijos en la industria del fitness, lo que podría llevar a la quiebra a la compañía, para luego ser absorbida por alguna de las otras grandes cadenas. Estas desde hace tiempo que buscaban convencer a Fritz de vender el negocio, a lo que él siempre se negó".
Reencantar clientes
Marcos Singer, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad Católica y director del MBA y del Magíster en Innovación de la misma casa de estudios, asegura que la falta de experiencia de cualquier alto ejecutivo suele ser visto como una debilidad por sus competidores. Explica que el problema se genera porque "en algunas empresas, en vez de haber un organigrama, hay un personigrama , es decir, una dependencia directa de personas específica, en vez del total de la organización, por lo que se hace crucial detectar el problema a tiempo, para actuar con anticipación y preparar los recambios". En otras palabras, "todo ejecutivo estratégico debería tener un Robin, algo así como un segundo de a bordo o un respaldo que siempre esté listo para tomar el control en caso de ser necesario", ejemplifica.Lo mismo cree Jean Paul Quinteros, director de las carreras de Ingeniería Comercial e Ingeniería en Control de Gestión de la Universidad Central, quien opina que, "en este caso, lo primero que deberían hacer los hijos de Bartsch es una concienzuda proyección del comportamiento de la industria de los gimnasios pospandemia, lo que les permitirá calcular los recursos necesarios para retomar las operaciones y reencantar a sus viejos clientes. Eso seguramente costará mucho dinero en reestructuraciones y publicidad". Y recalca que "solo cuando tengan esa información disponible podrán estimar la viabilidad de su negocio".