La llamada de José Miranda, director de programación de Canal 13 remeció a Cecilia Bolocco: "¿Cómo está la influencer del año?", cuenta la animadora que le dijo antes de ofrecerle la animación de los Giga Awards, que se realizaron anoche para premiar a lo mejor del mundo digital. "Pensé que me iban decir que estaba nominada, porque soy novata en esto de Instagram", reconoce ella, que se preparó con el youtuber Pollo Castillo, su compañero en la conducción.
Hace justo seis años que Cecilia abrió su cuenta de Instagram, @ceciliabolocco que ya suma 755.000 seguidores. En ese entonces compartía fotos de sus viajes y recuerdos. "No era tan activa y después me puse a pololear con Pepo (Daire, hoy su novio). La última vez que subí algo fue para unas giras de charlas que hice en Punta Arenas y después, bueno, vino la enfermedad de Máximo (su hijo, que a los 14 enfermó de cáncer) y ahí me aboqué a él y ese proceso".
En 2020 fue su primer encuentro con un live o en vivo, como se llaman las transmisiones en directo de Instagram. "Mi amiga Silvia Tcherassi me invitó a uno de ella. Pero yo ahí no sabía nada, así que Máximo me tuvo que ayudar".
El remember con la red social vino en abril de este año cuando comenzó el programa "Viva", de radio Agricultura, y empezó a hacer lives. "El programa se transmitía también por Instagram, entonces decidí seguir de largo después del espacio. Empecé a mostrar mi taller, las muestras de mi colección (para Falabella) y luego mi colección".
No paró más. Le tomó el gusto, de hecho martes y jueves, a las 20:15 horas, tiene su propio encuentro digital "Pasémoslo bien". Se instala en su taller en el -I de su casa, pone el iPad en una mesa y comienza la transmisión. Habla de la vida, de su fundación CARE, de ideas que le vienen, responde todo tipo de preguntas y hasta puede contar cómo le fue en su sesión con el sicólogo. Puede llegar a ser vista por más de 20.000 personas.
-¿Qué le gustó de Instagram, Cecilia?
-Empecé a darme cuenta de que era muy entretenido volver a estar en contacto con la gente a través de este mundo que cada vez está más digitalizado. Para mí ha sido muy bonito porque de verdad es un diálogo entre amigos. La gente me siente parte de su familia, quizás porque me conoce de cabra chica, y ahora siento que profundizamos nuestra relación y que se ha formado un vínculo que se ha solidificado.
-¿Máximo la apoya con algunos trucos de Instagram?
-Ahora lo hago solita, aprieto el botón del medio y dice "transmitiendo en vivo" y ahí sé que ya estoy conectada. Máximo me ha mostrado los filtros, ese de la boca gigante me da mucha risa. Lo que me cuesta es leer los mensajes directos, lo que me escriben después de que los respondo. Otra cosa que me emociona, y que tiene que ver con Máximo, es que la relación con sus amigos es más estrecha ahora. Antes me conocían como la tía, ahora siento que ya soy parte del clan.
-¿Le ha dicho algo?
-Máximo me dice: mis amigas te aman, mis amigos te están siguiendo . A veces aparecen en los lives y me saludan; te estoy hablando de cabros de 18 años. Lo hacen siempre con mucho respeto igual, pero es una relación más profunda, ellos sienten que hemos tenido largas y profundas conversaciones. Me ahorro las presentaciones jajajá.
-La gente no la conocía en facetas más sencillas, como sin maquillaje, contando infidencias...
-Lo que pasa es que mi carrera en televisión estuvo supeditada a un rol puntual, a conducir un programa o entrevistar, entonces tenía pocas licencias, pese a que me las tomaba. Esto (de Instagram) es una licencia permanente, la que está ahí eres tú, comunicando lo que piensas, lo que sientes, tus logros, tu día.
-Pone voces, caras, frena a alguien mala onda, incluye a Máximo.
-Esa es la Cecilia, soy yo. Hablo como hablo, me encanta poner voces, hacer caras. Ahí no estoy haciendo un rol. La gente me está re-conociendo porque recibieron la información publicada de mi vida, mi vida queda publicada en los medios, no la cuento yo. Acá no hay un interlocutor, les cuento lo que soy y muestro lo que soy.