"Es como entretenido verme en la tele, en especial tan chica. Tenía 21 años. Recordar es bonito, fue una buena época", admite Marcela Leiva (46), actriz que interpretó a Graciela "Chelita" Winter en "Adrenalina", teleserie que Canal 13 reestrenó tras 25 años de su debut. "Viéndome noto que me parezco mucho a mi hijo menor (de 15 años) Él no vio la teleserie en su momento, ni las otras veces que la repitieron, así que la está viendo ahora pero como que le da un poco de pudor, un poco de nervios, jajajá", añade.
-La gente se encariñó mucho con su personaje.
-Sí, fíjate. En ese momento no dimensioné el cariño que podía provocar el personaje. Era una adolescente que tenía una historia fuerte: no conocía a su papá, la prima se llevaba toda la atención, le hacen bullying (por su peso) y además estaba el tema de la bulimia. Mucha gente se sintió identificada. Nadie hablaba de esos temas antes (1996).
-Post teleserie, ¿quiso seguir con la actuación?
-Hice varias cosas pequeñas, pero nunca más tuve un papel como el de "Adrenalina". Yo quedé súper entusiasmada (con la actuación), porque harta gente me dijo que tenía talento, así qué estudié en la academia de actuación (del director de teatro) Fernando González.
-¿Y qué pasó?
-Lo típico. Las teleseries no incluyen a muchas personas diferentes. El peso afectó y no pude conseguir papeles en otras teleseries. Yo tuve una propuesta para tener un papel en "Playa salvaje" (1 997), pero tenía que bajar 15 kilos en un mes. Querían cambiarle la apariencia a la Graciela. Fui a una nutricionista muy conocida en el mundo actoral y me dijo que era imposible. Yo estaba súper entusiasmada e hice todo lo posible y bajé 7 kilos, pero no suficiente para el personaje. Es triste cuando no basta ser buena, ni hacer bien tu trabajo porque tienes que cumplir con ciertos estereotipos.
Post desilusión, Marcela Leiva tuvo varios trabajos. "Hasta vendiendo celulares en un mall. Yo hice muchas cosas después de Adrenalina, porque no encontraba pega. A pesar de que estaba mucho más delgada, ya había pasado la vieja", explica la actriz, que el 2016 se convirtió en transportista escolar. "Es un trabajo muy lindo. Me encantaba ser responsable de los niños, pero llegó la pandemia y se fue todo a las pailas", resume.
-¿Cómo ha sido la pandemia para usted?
-Fue todo un caos. Me fui a vivir con mis papás junto a mis dos hijos. Hice todo tipo de talleres: desde extensión de pestañas a cursos relacionados a la meditación, pero retomé la orfebrería, algo que ya había hecho en el pasado pero no en profundidad.
-¿Cómo le ha ido con eso?
-Me estoy perfeccionando porque quiero hacer algo muy bueno. Estoy armando mi taller y el stock para comenzar a venden