"Adelantar los relojes en una hora en primavera y una hora hacia atrás en el otoño, puede interrumpir los ritmos biológicos e influye en la duración y la calidad del sueño, y el efecto dura varios días posteriores", concluye un estudio publicado en "The New England Journal of Medicine", que sirvió como argumento a un grupo de senadores, encabezado por Guido Girardi, para solicitar al gobierno que patrocine un proyecto de ley que establezca, definitivamente, el horario de invierno en Chile, a propósito de que este sábado se adelantaron los relojes en una hora.
"El peor de los cambios"
"Este es el peor de los cambios de hora", explica el neurocientífico chileno John Ewer, que trabajó en el equipo que ganó el Premio Nobel por la investigación del reloj biológico y apoya la iniciativa. "Para nuestros relojes es como si el sol se levantara más tarde, y eso tiene un impacto sobre nuestra biología porque somos una especie diurna". Hay que consignar que los cambios de horarios tienen, por fin, un ahorro energético no despreciable y son un factor de seguridad para las personas que se movilizan temprano.La luz solar
Girardi, que además de presidente de la comisión Desafíos de Futuro, también es médico, expuso el viernes que "la luz solar activa nuestro sistema endocrino, la melatonina, el sistema hormonal de glucocorticoides, que es el que moviliza el metabolismo, el estar atentos, tener capacidad intelectual. Tenemos que lograr que el momento que suena el despertador sea el mismo de cuando sale el sol".Déficit de sueño
La iniciativa legislativa propone eliminar el cambio de horario y quedarse con el huso horario de invierno durante un año "en que el sol sale lo más temprano posible para que el déficit de sueño sea el menor posible, añade Girardi, quien presentó el texto legal junto con Francisco Chahuán, Álvaro Elizalde y Rabindranath Quinteros.
Dos horas menos
El senador PPD plantea "mantener durante un año el
horario de invierno (GMT-4) y luego quedar con el huso
horario que realmente nos corresponde GMT-5 (un huso
horario que nunca ha tenido el país)". Girardi contextualizó:
"Chile fue un país más inteligente en el pasado, desde
1894 hasta 1970, cuando teníamos un horario Greenwich
-4 y la ciencia no tenía los niveles de consenso que
tenemos hoy día".Infartos por estrés
Uno de los estudios considerados para darle peso a la iniciativa legal es el de los doctores suecos lmre Janszky y Richard Ljung, quienes estudiaron durante 15 años los cambios de horarios en primavera y otoño, y comprobaron que "el infarto fue algo más pronunciado en mujeres que en hombres, y el efecto en el otoño fue más pronunciado en hombres que en mujeres". Además, establecieron que "los efectos de las transiciones fueron consistentemente más pronunciadas para personas menores de 65 años, que para los de 65 años o más".Según el neurocientífico "hay un aumento de ataques al corazón los lunes y martes, después del cambio de horario. Si lo pensamos, son problemas de salud graves que le cuestan dinero al país y que son evitables simplemente evitando los cambios de horario".
Otro estudio
Un segundo estudio de 2014, publicado en Open Heart y citado por los autores del proyecto corrobora que "en la semana posterior al cambio de horario estacional, se presentan más infartos al miocardio".¿Por qué los lunes y martes? Ewer explicó sobre los infartos: "Son resultados que se han compilado de hospitales en dos estudios diferentes, que muestran aumentos cercanos al 10%, pero son infartos que no deberían existir. Las causas puede ser que uno esté más estresado, lo que tiene efecto sobre la presión sanguínea".