María Isidora Cardemil Moreira dice que no tiene ninguna relación familiar, aunque sea lejana, con alguno de los políticos que ostentan estos apellidos. Pero ella, a sus 24 años, recién egresada de Derecho de la Universidad Católica y preparando su examen de grado, sí anda metida en política, a su modo. Hace varios meses que la oriunda de Los Ángeles usa su perfil de Instagram @mariaisidoracardemil, la TikTok cuenta Y @tenemosquehablardechile para publicar videos que han alcanzado 35.000 visualizaciones al explicar puntos de la constituyente.
"Mi generación se informa con titulares y con lo primero que ven, por eso pensé en cómo captar la atención de gente de mi rango etario, explicarles con peras y manzanas, sin ningún ánimo partidista", explica la casi abogada.
-¿Cómo surgió la iniciativa?
-Siempre me interesó el tema constitucional. En la universidad impartí cursos como ayudante de Derecho Público y me encantan las redes sociales. Empecé con el plebiscito porque noté que el nivel de debate público en torno al apruebo y el rechazo estaba muy polarizado. Me causó mucha frustración no poder debatir en forma libre, informada y sin sesgos, y partí con mi círculo cercano, amigos y familia, pero seguidores me empezaron a pedir más videos y hasta memes.
-¿En redes te han atacado por dar tu opinión?
-Efectivamente, el ambiente en redes sociales es hostil, no estuve exenta de ataques en los comentarios de mis mismos videos o por mensaje directo, tildándome desde ignorante hasta de 'comunacha', pero la proporción de aprobación versus la de ataques fue mucho mayor y eso me impulsa a seguir.
-¿Qué te molesta de la discusión pública?
-Durante el plebiscito, las campañas del terror, los mitos de que esto iba a ser Chilezuela, el estancamiento económico, las campañas de desprestigio. Las redes sociales son un portal de información, pero también hay muchas fakes. A mi generación le faltan herramientas para dialogar, hay muchos interesados y quieren aportar, pero el problema está en la bajada de la información, hay cosas que me han generado frustración desde que partió la convención.
-¿Cómo qué cosas?
-Cosas de forma más que de fondo, donde se dejaba de lado lo realmente importante. Por ejemplo, cuando no se hablaba del trabajo de las comisiones sino en personajes tipo reality, en lo que alguien dijo y otro respondió. Eso generó rechazo y causó un poco de desprestigio de la Convención, con todo lo que costó llegar hasta acá. Ahí me contacté con la plataforma Tenemos que hablar de Chile, que están haciendo la pega de informar y tenían harto más alcance.
-¿Y qué pasó?
-Les dije que podía contribuir haciendo videos y tratar de llegar a mi rango etario. Yo no culpo a la gente que no quiera ver las sesiones completas, eso es imposible, porque el diálogo se da con muchos tecnicismos, por eso invito también a la gente que vea videos de un minuto o minuto y medio con lo más importante de la semana.
-¿En tu familia qué postura tienen?
-Al principio mi familia estaba absolutamente polarizada, es muy de derecha y hubo fricción porque soy una de las primeras de la familia que entró a la universidad. Ahí fue donde más sentí la importancia del diálogo y de informar bien. Después del apruebo sorprendentemente pude llegar a acuerdos con mi papá, que era el más férreo, y fue bonito darme cuenta que sí se podía dialogar.
-¿Militas en algún partido?
-Me gusta la política, pero nunca he militado en ningún partido y eso le ha dado más fuerza a mi discurso. Mi fin es meramente informativo. No me gustaría involucrarme en partidos, hasta ahora lo tengo bien descartado. Me han hablado constituyentes preguntándome si me gustaría ayudarles en comunicación y he tenido que rechazar porque me hace más sentido el trabajo que hago ahora, que es más imparcial e independiente. Pero algunos me han retuiteado como Loreto Vallejos, Malucha Pinto, muy bacán.