La historia de Cristián Basaure en los medios de comunicación se dio por casualidad. El comentarista de TNT Sports y radio La Clave no tenía pensado en dedicarse a las comunicaciones.
"Mi foco, después de retirarme del fútbol en 2014, tras Deportes La Serena, era seguir ligado al fútbol. Siempre me vi dirigiendo o en alguna gerencia deportiva. Y me gustaría algún día dedicarme a eso. Estaba en pleno proceso de preparación cuando me invitaron a comentar la Primera B al entonces CDF. Después me siguieron invitando y comencé a hacer más cosas. Quién se iba a imaginar que conduciría el programa de goles o comentaría partidos de la Euro, Mundial de Clubes o del torneo nacional", cuenta.
A sus 40 años, el ex defensa está soltero. "Vengo de un hogar achoclonado y me gustaría tener mi familia. Pero todo se dará a su tiempo. Vendrá la persona indicada y, después, los hijos, pero estoy tranquilo", sostiene el Basa, como llaman al analista.
Siente que durante esta pandemia dio un salto de calidad en las comunicaciones: "Se me presentaron muchos proyectos, aparte de estar en TNT. Primero, empecé con un torneo de eSports, donde participaron varios futbolistas y, después, actores. Después se me han dado las posibilidades de comentar partidos del campeonato nacional, de la Euro, la Copa América, las clasificatorias. Espero algún día hacerlo en un clásico del fútbol chileno y en los partidos de la Selección. Pero todo a su debido tiempo".
-¿Usted, como buen analista, es de esos que tiene cinco televisores y ve partidos todo el día?
-Trato de ver varios partidos, pero no hay tiempo para verlos todos. O sea, si me toca estar en una transmisión de un partido equis, reviso los partidos anteriores de esos equipos. O reviso algunos compactos, pero no me da para ver todo. Además, también tengo mis proyectos personales.
-¿Como cuáles?
-Tengo una escuela de fútbol, donde participan 90 niños en Las Vizcachas. Ahí también he realizado tres ediciones de un proyecto llamado "Experiencia TV", que nació para vincular el fútbol, las comunicaciones y la familia. El objetivo es acercar a los niños a vivir este sueño de ser futbolistas profesionales. Ahí se hace un trabajo para que los chicos no tengan problemas de enfrentarse a los micrófonos en el futuro. Creo que eso es clave no solamente para el fútbol, sino para la vida. También me gusta todo lo relacionado con la neurociencia. Siempre estoy viendo ese tipo de temas porque en algún momento quiero llevar estos conocimientos si me toca ser entrenador o como gerente deportivo. La radio y la televisión me tienen muy entusiasmado además. Constantemente me estoy preparando. Y en cuanto a mis comentarios, trato de ser lo más amigable y simple para la audiencia. Creo que esa es la forma de ir creciendo.
-¿No le han pedido que baile o haga algo en televisión?
-Jajajá. No hay que ser grave, pero no voy a bailar por ganar un like en redes sociales. Hay que pasarlo bien, pero tengo mi manera de ser. Los tiempos han cambiado, pero tampoco hay que caer en Io ridículo.
-¿Con tanta actividad le queda tiempo para algo más?
-Siempre uno se hace un espacio para una salida con amigos y hacer deportes. Voy al gimnasio, hago trekking y también practico dos veces a la semana boxeo con el profesor César Cáceres. Lo del boxeo Io llevo en la sangre.
-¿Por qué?
-Porque mi abuelo Hugo Basaure fue campeón sudamericano de boxeo. Incluso peleó en el Luna Park, pero lo mío es más por buscar otra forma de hacer deporte. No me voy a dedicar al boxeo a estas alturas.
-¿Bueno para los combos?
-No, solamente lo hago como deporte nomás. Soy más piola. Me gusta tocar la guitarra. Mis gustos van por el rock argentino, uruguayo. Soda Stereo y Nirvana son mis grupos preferidos. Callejeros y la Renga son otros.
-¿Algo más que le guste?
-También ayudo a la Fundación Chile Mestizo. Me encantan los perros. Jamás he tenido uno de raza fina. El último que tuve, el Milo, era un quiltro pero lo quiero mucho. Se hace una linda labor con perros abandonados. Se trata de rehabilitar y, después, adoptarlos. Me encantan los perros. Siempre recuerdo un bóxer que tuvimos cuando vivíamos en La Florida.