El próximo 2 de enero se cumplirán 30 años desde que Rogelio Delgado pisó territorio chileno para ponerse la camiseta de Universidad de Chile. Con su esposa Gladys Rojas y con sus hijos Rodrigo y Romina, de pocos meses, el ex central paraguayo llegaba a un equipo que venía a los tumbos.
"Recuerdo que me llamó Arturo Salah y Humberto Lira para ese proyecto, que a la larga fue el inicio para que Universidad de Chile tuviera los éxitos que conquistó años después, tanto en el ámbito local como internacional", comenta Delgado, quien a sus 62 años se encuentra en Asunción.
El "León paraguayo" es director del Centro Educativo Espíritu Santo, que está orientado a la educación deportiva y espiritual. "Tenemos a cargo cerca de 650 niños", explica Capanga, como era conocido de futbolista. En sus colegios trabaja con su esposa Gladys, con quien ya lleva 39 años de casado.
"Nos conocimos en el barrio y desde entonces estamos juntos. No me pongas en aprietos con la fecha del matrimonio, por favor, jajajá. Solamente te pido que no me pidas fotos de mi matrimonio porque estaba bastante incómodo", recuerda el ex central de Olimpia, Independiente y la U.
Delgado cuenta que días antes de su casamiento, "un día de octubre de 1982", jugando por Olimpia le pegaron una patada y siguió jugando. Al final de ese partido se le hicieron los exámenes y el resultado fue demoledor: fractura de tibia y peroné.
-¿Y cómo no se dio cuenta?
-Uno siempre quiere jugar y en ese momento del partido no pensé que tenía una lesión tan grave. Al final se complicó más, así que imagínate cómo me presenté en mi matrimonio con Gladys.
-¿O sea que no pudo bailar?
-Nada. Tenía un yeso desde el talón hasta arriba de la rodilla, así que solamente tuve que celebrar mi matrimonio con muletas. Cosas que pasan, pero acá estamos muy felices con Gladys. Después de Rodrigo (33), que es nutricionista y personal trainer, y Romina (30 años, empresaria y casada con el futbolista Jonathan Santana), llegó Rosario (20), quien tiene algo de Chile.
-¿Es chilena?
-Tiene un espíritu chileno porque fue procreada cuando estábamos en Antofagasta, en aquella época que fui entrenador del equipo y con el que tuvimos una excelente campaña. Por eso tengo un cariño especial por Chile. Desde 2019, cuando nos juntamos los del plantel de la U que ganó el campeonato de 1994, que no voy a Chile. Espero poder estar allá en enero o febrero.
-¿Y qué tal su labor en el colegio?
-Una linda labor, a través del arte y del deporte. Así uno le hace frente porque si no es muy difícil educar y formar. Hoy se preocupan de instruir, pero lo más importante es enseñar. Y hay pocos enseñadores también. A eso nos dedicamos y tratamos de hacer esa labor con los niños en una sociedad que hay una corriente de vicios y si no existe una actividad seductora.
-¿Está dedicado solamente a sus colegios?
-Estoy en radio con Carlos Kiese y tengo mi labor en la FAP, Futbolistas Asociados del Paraguay, donde soy presidente. Bastante trabajo, pero al llegar a casa me encuentro con la familia, especialmente con los nietos que me inyectan un poco de adn juvenil.
-¿Cuántos nietos tiene el León paraguayo?
-Mis hijos me han convertido en abuelo de cinco nietos. ¿Si me sé todos sus nombres? Por supuesto. Gonzalo, Thiago, Alana, Bella y Chloe. Llenos de nietos y muy felices, como tu podrás apreciar.
-¿Cómo ha vivido la pandemia?
-Desde el punto de vista médico, técnicamente, se ha manejado bien, pero lastimosamente nuestros políticos aprovecharon esta situación para delinquir y corromperse.
-Usted también se ha presentado varias a veces como candidato a un cargo.
-Siempre estoy cerca de la política porque uno tiene que comprometerse con su actividad, con su familia y con su comunidad. Uno no puede ser indiferente a esa realidad porque forman parte del bienestar y la calidad de vida que tenemos que perseguir. Me presenté varias veces, pero no como candidato de partidos tradicionales. Creo que no hay otra forma de combatir esta forma egoísta de hacer política. La pena es que los grandes partidos van perdiendo su ideología y lo que les importa es irrumpir al poder por y para la plata.
-¿Me imagino que sigue las campañas de la U?
-Sí, claro y sufro cuando no gana. Le hice llegar el deseo para que tuviera un gran trabajo.
-Empezó bien pero después del Superclásico se vino abajo.
-Lastimosamente, los imperios económicos y financieros se han metido en el fútbol y quiere tomar el trabajo que tiene que hacer gente técnica del futbol. El fútbol es una actividad muy particular. Se puede creer que desde fuera se sabe, pero no es así. A la hora de la práctica los que tienen que llevar adelante es la gente con experiencia que ha vivido el sentimiento de la U y que verdaderamente se compromete para sacar adelante una institución.