A unos 65 kilómetros al norte de Antofagasta y a sólo 4 de Mejillones se ubica playa La Rinconada. Este balneario, situado en el borde del Cerro San Luciano, es conocido por sus aguas cristalinas y suave oleaje gracias a vientos entre los IO y 35 km/h.: condiciones ideales para los amantes de actividades deportivas y recreativas, como caminatas, excursiones y vuelos en parapente. Sin embargo, su acceso se ve dificultado por estrechos accesos a pie y un gran acantilado, el cual este domingo fue escenario de un extremo rescate cuando una joven mujer, llamada Carola, que se encuentra en su etapa final de entrenamiento para obtener su licencia de conductora de parapente, cayó en plena playa.
Gracias a un llamado de su instructor, quien la estaba supervisando en todo momento, a eso de las 10:45 de la mañana, se desplegó un amplio operativo por parte de Bomberos, La Armada, SAMU y Carabineros de la región. Patricio Castillo, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta, dice que entre todas las instituciones lograron coordinar las maniobras de rescate y que "para realizar la operación actuaron 35 efectivos rescatistas en total".
Trabajo conjunto. Tras la alerta, llegaron hasta el balneario la Segunda, Cuarta y Quinta compañía de Bomberos, especialistas en rescate de borde costero, rescate marítimo y rescate de altura y uso de cuerdas, respectivamente. El segundo comandante, a cargo de la operación, plantea que inicialmente se hizo una evaluación junto al instructor de parapente y con ello se estableció el comando del incidente. "Se generó un plan de acción y se dieron los lineamientos para el trabajo de cada una de las compañías", detalla. De esta manera lo primero en desplegarse fue una autoescalera con alcance para llegar hasta el final del acantilado (80 metros), capacidad para trabajar en ángulo negativo y con un canastillo para darle estabilidad a cualquier maniobra con cuerda, como la que emplearon 4 rescatistas equipados con cascos, guantes y protección ocular que bajaron a buscar a la accidentada mediante un sistema de descenso controlado. Este le permite a los rescatistas tener sus manos libres para la maniobra, con su cuerpo protegido con cuerdas de unos 12 mm de ancho y anclajes de seguridad mediante nudos para unir y asegurar el sistema con todos sus aparejos y mosquetones, los que anclan la cuerda con la ropa y el arnés.
Rescate. Una vez abajo, el primer reporte fue enviado por uno de los rescatistas que es paramédico. "Él estabilizó a la paciente, ya que presentaba dolores en la zona lumbar y diversas contusiones. Ella se encontraba con total conciencia espacio temporal, pero se inmovilizó completamente a fin de minimizar cualquier lesión ósea", cuenta el comandante Castillo. Una vez en la camilla, se realizaron los aparejos para conectarla al sistema de autoescalera y poder izarla. Para lograrlo, se conectó un "sistema de ventaja mecánica" junto a una polea para hacer una descomposición de fuerza y permitir que esta escalera pudiera levantar por 80 metros alrededor de 250 kilos entre rescatistas, rescatada y equipo. "Se buscaba que el levantamiento en camilla fuera lo más limpio posible y no tocara los bordes del acantilado del sector de La Rinconada", enfatiza el comandante de Bomberos. "Una vez arriba la posicionaron en terreno y la ambulancia llegó en el momento preciso, luego de 3 horas de trabajo", agrega. La paciente fue entregada al SAMU y trasladada al hospital.
Vuelo dinámico. Fernando Rojas (49), con licencia aeronáutica número 1438 e instructor de vuelo parapente hace 14 años en la empresa ParapenteAntofagasta.cI, señala que en el sector de La Rinconada hay una condición dinámica de vuelo, es decir, el viento que viene desde el sur choca con el acantilado, y esa masa de aire, se ve obligada a subir. "Los parapentistas aprovechan ese aire que va en ascenso para mantenerse volando, pero cerca del acantilado", dice Rojas. "Esa zona cuenta con la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil, su grado de dificultad es media y se vuela a baja altura", agrega. Sobre el accidente, analiza que "ella perdió la altura mínima y, a mi juicio su decisión o forma de caer, fue la correcta, porque buscó acercarse lo máximo posible al acantilado. Sufrió un accidente, pero pudo haber sido fatal".