En el abuelismo moderno la relación con los nietos significa la dicha para esa persona que generalmente viene de vuelta y contempla la existencia con otro prisma. Hay regaloneo, mayor disfrute y una conexión física que eleva hasta el ánimo. "Me tiene vuelto loco", dice Javier Margas sobre el efecto que le ha generado su nieto Santino, hijo de su heredera Giannina, y a quien recién conoció esta semana después de una eterna espera de cinco meses.
"Con todo este tema de la pandemia no pudimos verlo antes, pero ahora viajamos cortito a Argentina y la familia se pudo reunir", añade el ex seleccionado nacional, quien se desplazó junto a su esposa Giselle Viera hacia Santa Fe, la ciudad donde está afincada su hija junto a Nicolás Peñailillo, futbolista que juega en Club Atlético Unión. "Fue muy emocionante tener cerca a otro retoño de la familia. Ver que tus hijas te están danto nietos también es bonito y uno mismo se va dando cuenta que ya está más viejo", dice el seleccionado nacional.
-Pero usted tiene 52 años.
-Igual le pongo empeño.
-Una palabrita sobre Santa Fe.
- Precioso el lugar. Mucho calor y mucha humedad eso sí. La gente es muy cariñosa, es respetuosa, es gente de campo. La gastronomía también: su empanadita de pescado, su molleja, su mojito y sus buenas micheladas.
Margas, además, viajó junto a sus hijas Martina y Giselle, mientras que en Chile se quedó su hijo Luis Miguel, y su otra hija Catalina, quien también monitorea los negocios familiares. Así, los Margas-Viera se instalaron en esta ciudad del noreste de Argentina y a los segundos del encuentro se gestó de inmediato una conexión entre el abuelo chocho y el nieto guagua. Todo, por cierto, sin dejar de lado a Emilia, la primera hija de Giannina con Nicolás.
"Desde que llegó mi papá, sólo me pasa a Santi para que yo le dé de amamantar. Apenas se despierta a las 6.30 mi hijo se va donde su abuelo y ellos aprovechan de estar juntos. Pasan pegados todo el día. Le saca los chanchitos, es muy guaguatero, es de esos abuelos que se levantan de madrugada para calmar al bebé si está pasando mala noche. La verdad es que tuvimos mucha suerte con tenerlo a él como papá y ahora como abuelo", cuenta Giannina.
Según se aprecia en las fotos que han compartido en redes sociales, la rutina del abuelo implica la realización de múltiples paseos en coche por el centro de la ciudad, actividades varias de carácter lúdico, siestas en conjunto y regaloneo constante.
Pero además de todo ese combo de interacción con el nieto, el propio Margas también revela que el primer contacto con el pequeñín que ya tiene cinco meses lo generó una sensación particular. Una especie de viaje en el tiempo que le recordó a su Javier, su hijo que falleció en un accidente en cuatrimoto en 2013. Esa conexión se plasmó en su primer contacto y al momento de tomarlo en brazos y sentir, por ejemplo, su piel y hasta su aroma a guagua. "Siento que mi papá está como reviviendo con Santi", dice Giannina Margas.
"La primera vez que lo vi me acordé del Cole, mi hijo que en paz descanse", añade el ex zaguero de Colo Colo. "Era como su reencarnación y por eso ando para arriba y para abajo con él. Es muy simpático, muy lindo y está sanito, gracias a dios. La verdad fue muy emotivo, y por eso feliz de conocerlo y estar con toda la familia. Era un viaje que queríamos hacer y nos dimos el tiempo, aunque igual fue cortito y se hace poco. Ahora debemos volver a Chile, porque hay que trabajar, el rubro se reactivó", comenta el empresario motelero.
-En tiempos de polarización la gente quiere abrazarse.
-Hay el medio mambo en Chile. Están todos poniéndose al
día.
- Usted disfruta de toda esta dinámica familiar.
-En las próximas semanas voy a Paraguay con mi hijo
Luismi, el futuro central de la Roja, a ver el partido de Chile.
Ojalá ganemos y nos traigamos los tres puntos. Después de todo el sacrificio es hora de disfrutar un poquito, así que me gustan estos paseos familiares y si puedo estar con mis nietos, mucho mejor.