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Iquiqueño estuvo preso por 19 meses por un crimen que no cometió

Tras escuchar el veredicto, Oriel Vergara mira a su abogado y rompe en llanto mientras se acerca las manos esposadas a los ojos.

"Hemos resuelto, por votación unánime, absolver a Oriel Vergara Villanueva, de la acusación sostenida en su contra y que le imputaba dos delitos de homicidio frustrado cometido en contra de funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile en ejercicio de sus funciones (...)", lee uno de los tres jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Iquique, quien determina que el joven de 27 años queda en libertad tras 19 meses en prisión preventiva.

Los hechos. La tarde del 10 de marzo de 2017, Hans Kay, inspector de la Brigada Antinarcóticos y Crimen Organizado de la PDI de Iquique, junto a un compañero, perseguían a un sospechoso de porte de droga, en Alto Hospicio. Cuando el inspector Kay había logrado reducir al vecino, recibió un disparo por la espalda en la zona lumbar izquierda, cuyo proyectil también alcanzó al sospechoso.

Ese y otros disparos fueron atribuidos a Oriel Vergara, familiar del vecino perseguido. El Ministerio Público lo formalizó, luego que el colega que acompañaba al inspector Kay ese día, asegurara haber visto a Vergara disparar desde el segundo piso de una casa.

Juicio . Hace dos semanas comenzó el juicio contra Vergara. Durante las audiencias, el fiscal Carlos González descartó que el disparo que hirió al inspector hubiera sido a corta distancia, como planteó un informe del Servicio Médico Legal de Iquique, el cual fue desvirtuado por una perito balística de la PDI.

Veredicto. Este miércoles el tribunal determinó que Vergara era inocente. "La prueba de cargo resulta insuficiente (...), estimando que en este proceso existen omisiones probatorias y discordancias en los relatos de los testigos de cargo, y en la prueba científica", leyó el magistrado Rodrigo Villar.

Contradicciones . El veredicto plantea que se presentaron contradicciones insalvables, planteadas por Kay, el mayor afectado. "Hans Kay, quien sostuvo enfáticamente que los hechos expuestos no concuerdan con la realidad de lo ocurrido, en especial respecto de la existencia de un tirador posicionado en el segundo piso del inmueble, e inclusive menciona que quien le dispara es su propio compañero de funciones y no una tercera persona", dice el veredicto. Esto se suma a versiones contradictorias de otros funcionarios PDI sobre la ubicación del equipo ese día.

Ropa. Durante la audiencia, la PDI dijo que la polera del inspector Kay no fue encontrada por no existir protocolos de conservación en el centro de salud a donde llegó la víctima. Sin embargo, el médico Javier Peña contradijo y afirmó que las prendas siempre quedaban a disposición de los acompañantes del herido.

Reconocimiento. Otras contradicciones que consideró el tribunal fueron las relacionadas al reconocimiento del imputado, por parte del compañero de Kay, quien fue el único que dijo haberlo visto y después reconocerlo en un kárdex fotográfico. El PDI lo describió como un sujeto de tez morena y pelo de color negro. "Además de ventilarse una posible inducción de la identificación, las fotos exhibidas y reconocida en la diligencia, no concuerdan ni en la apariencia, ni en la edad del encartado, según pudo apreciar el tribunal, alejándose evidentemente de la apariencia que dicha persona presentaba en las redes sociales en esos días".

Desde Iquique, el inspector Hans Kay cuenta que sintió alivio al escuchar el veredicto. "Desde el primer momento supe que era mi colega el que disparó. Mientras me caía me giré para ver quién me había disparado y él estaba bajando su arma. Era la única persona que estaba realizando la cobertura de seguridad".

Kay no cree que se haya tratado de un accidente. "Las armas no se disparan solas", dice el inspector que debe utilizar bastones para desplazarse y un isquiopie en la pierna izquierda.

"Me siento desilusionado de la institución. Desde un principio di a conocer la verdad de los hechos. También incertidumbre de lo que va determinar la institución, que con engaños me dijo que me jubilarían y tres semanas antes del juicio fui notificado para reintegrarme a labores policiales. Han rechazado mis licencias", dice.

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