Eduardo Torres, presidente de la Junta de Vecinos de la Población Cruz del Sur, de Talcahuano, tomó la palabra en esa reunión del 2018. La empresa que construía el sistema de evacuación de aguas-lluvia les informaba cómo iban las obras a todos los que quisieran escuchar y llegó el momento de analizar una petición: alguien quería trasladar a otro lugar el viejo buzón de Correos de Chile que estaba la esquina de Juan Guillermo Sosa con Basilio Urrutia. "No, poh. Si es nuestro. El buzón no se mueve", dijo Torres delante de todos.
Los trabajos tenían a mal traer a la reliquia de latón. Con las veredas rotas, sus días estaban contados, pero los vecinos lo rescataron y hoy luce brillante, amarillo y azul, en una pequeña plazoleta. De vez en cuando, eso sí, aparecen papeles y envoltorios de helado en la ranura por donde se metían las cartas.
"Yo lo voy a defender", promete. Cuando una familia pasea por la calle y se topa con este buzón, cree que se produce una oportunidad única. El niño o la niña pregunta qué es eso y el papá o la mamá le explica. Hace mucho, mucho tiempo, la gente depositaba en él las cartas que luego iban a ser enviadas a distintos lugares en el país y en el mundo. "El problema que tiene Chile es que no cuida su historia", dice.
A todas las personas que tienen que visitarla, Petronila Parra no sólo les dice dónde vive, en Basilio Urrutia 4379. También les da una referencia para que encuentren más fácilmente la casa: "Al lado del buzón". Los primeros habitantes de la Cruz del Sur llegaron en 1970 y, con ellos, el buzón. "Yo misma he buscado a las personas que han ido a dejar basura en el buzón y les he dicho que a la segunda vez van a ser multados por la municipalidad. Ahora se sabe que es un patrimonio cultural", dice.
"Lamentablemente hay muchas personas que piensan que esto es un basurero y algunos terminan arrojando basura por la rendija de esta reliquia. Como es un artefacto muy antiguo y que pertenecía a otra institución, no existen las llaves para abrirlo y sacar la basura que se aloja en el lugar", dice el alcalde de Talcahuano, Henry Campos. Los funcionarios sólo pueden retirar la basura que se ve. La ranura, en todo caso, está sellada. Ya no se puede meter ningún objeto.
Los buzones "de vía pública" tuvieron varias formas. "En principio llegaron desde Alemania y Francia, pero luego comenzaron a fabricarse en maestranzas nacionales", cuenta el libro "260 años del correo en Chile: 1747-2007". "Si bien hoy los buzones ya no están en uso, creemos que debemos mantenerlos en los espacios de las localidades, pues son parte del entorno y testigos de esta historia", dice Carol Pacheco, gerente de Asuntos Corporativos de CorreosChile.
Armando Cartes, doctor en historia y académico de la Universidad de Concepción, dice que el buzón es un "gatillante de memoria", algo que despierta una relación con un tiempo y un espacio. "El patrimonio hoy en día ya no se asocia solamente a bienes materiales, monumentales o a edificios, sino que también a elementos tangibles o intangibles que forman parte de la memoria personal o colectiva de una comunidad. Una estatua frente a la cual se desfilaba, una tienda en la que se compraba, la discoteca de los jóvenes, todo eso forma parte de la memoria colectiva", explica.
El "patrimonio minúsculo" les hace mucho más sentido a las personas, explica. Mucho más que los próceres, por ejemplo.
"Cada una de las comunidades tiene, no diré el derecho, pero sí la prerrogativa de definir lo que para ellos es importante y, a partir de eso, realizar acciones de conservación o de recuperación"