Con 50 kilos menos y una barba de color castaño profundo, León Murillo, el humorista chileno que triunfó ante el monstruo de Viña del Mar en 2015, tiene un renovado look. Y decidió monetizar su imagen en un perfil de OnlyFans, sitio web popular por su contenido sensual remunerado.
"Mi cambio partió con la baja de peso gracias a una operación bariátrica que me realicé hace cinco años y a esto se suma que en las últimas semanas me corté la barba y me dejé crecer pelo en la cabeza por primera vez en 25 años", cuenta Murillo.
- ¿A qué se debe su cambio, León?
-Junto a un gran equipo cinematográfico estamos grabando una nueva serie de humor que se transmitirá vía web. En este proyecto yo tengo un rol en la producción, pero también actúo, entonces tuve que caracterizarme según el personaje que me tocó interpretar.
- ¿Qué tal le ha venido el cambio?
- De maravilla, me siento mucho más joven y mi señora está más contenta. Harta gente me escribe felicitándome y dándome ánimo. Hace cinco años pesaba casi 130 kilos y esta semana la balanza marcó 78. A veces se me olvida que ando así, más en la mañana cuando entro al baño por primera vez, me miro al espejo, me asusto y digo, ¿Qué pasó acá? Porque una cosa es la percepción que uno tiene de uno mismo en el cerebro y otra muy distinta es el cómo te ves realmente. Uno tiende a quedarse con la mentalidad de obeso.
- ¿Qué lo llevó a crearse un perfil de OnlyFans?
- En contexto, todo comenzó con una apuesta que me hizo mi amigo Marcelo Valverde en el último capítulo de un programa estilo late, llamado "La Célula", que transmitíamos juntos en internet. Él me dijo que abrirme un OnlyFans podía ser todo lo que yo necesitaba para seguir expandiendo mi perfil humorístico al público, y yo me pregunté ¿por qué no? Esto tenía que ver con echar abajo el pudor y uno no puede vivir pensando en el qué dirán los demás.
- ¿Cómo se organizó para subir contenido?
- Me atreví de una semana para otra y empecé a subir las primeras fotos. En ese tiempo estaba trabajando en una producción con mi amigo, el fotógrafo Pablo Aliaga, así que le pedí a él mismo que fuera a mi casa para que hiciéramos sesiones. Al principio empecé a tirarme de distintas formas en living de mi casa, haciendo poses y ahí Pablo hacia su trabajo. Todo fue bajo un propósito humorístico. De repente salía de la ducha y me daba cuenta de que podía aprovechar el momento para tomarme una foto a popín pelado con el espejo empañado y así fui jugando en adelante.
- ¿Cómo le ha ido?
- No tengo una millonada de público, de hecho, ahora me quedan como 30 suscriptores, pero lo interesante es que un ratito después de haber subido la primera foto, me llegó mi primer depósito: 10 luquitas. Con mi señora nos morimos de la risa, porque en verdad a la gente le gustaba mi contenido y me lo hacían saber en mis redes sociales con felicitaciones o emoticones alegres o de arcadas. Todos entendieron el propósito y esto me ha hecho muy bien.
- ¿Planea subir nuevos contenidos?
Gracias a mi extensa carrera en la actuación, yo he guardado muchos disfraces; hay uno de conejito, otro de mago, por ejemplo. Con estas ideas he inventado muchas nuevas poses que, fuera broma, me han acercado a nuevos públicos y me han dado dinero con menos de 15 publicaciones. Esto, al menos, me ha servido para pagar las cuentas de la luz y agua más de una vez y pienso subir una nueva sesión fotográfica pronto. La suscripción mensual cuesta 10 dólares, pero también ofrezco un pack de tres meses por 20.