La lucha de Nacho Duma y su novia Karla por ser padres

"Nos abrazamos, nos pusimos a llorar de felicidad porque era algo que estábamos buscando hace mucho tiempo y no se había dado", cuenta emocionado Juan Ignacio Duma. El delantero, que este 2021 defendió la camiseta de Melipilla, estuvo los días previos a la Navidad comprando cosas para armar la pieza de Agustina Simona, su hija.

Para mediados de febrero, según cuenta el propio Juanacho -como lo conocen sus más íntimos amigos y familiares-, está programada la fecha del nacimiento de la pequeña. Duma y Karla Raash, la novia del jugador, esperan ansiosos la llegada de la niña. "Acá estamos. Feliz y también un poco estresado por todo el tema de preparación de la llegada de nuestra Agustina. Hay un momento que te termina agotando, pero el final siempre es lindo", dice el ariete, quien en algún momento fue tasado en 15 millones de dólares.

-Es pura chochería escucharlo hablar, Juanacho.
-Cuando te decía que hay un agotamiento por las compras, los preparativos, pero que el final es lindo, me refería a muchas cosas que pasamos para poder lograr tener nuestra primera hija. Estamos felices porque igual nos costó bastante. Por ahí tuvimos algunos problemas.

-¿Problemas?
-Es que nosotros intentamos mucho para que Karla pudiera quedar embarazada. Agotamos todas las instancias, pero al final, como no lográbamos que se produjera un embarazo, hicimos un tratamiento porque mi mujer y yo teníamos problemas.

-¿Qué tipo de tratamiento?
-Al ver que no resultaba nada, tuvimos una conversación con Karla y decidimos probar realizando una inseminación. Podía no funcionar, pero igual nos hicimos los exámenes y determinamos llevar a cabo este tratamiento.

-¿Cuántas veces hicieron el tratamiento?
-Para fortuna nuestra, salió a la primera, gracias a Dios. Así que imagínate cómo estábamos con Karla.

-¿Cómo fue ese momento?
-Nos pusimos a llorar los dos. Fue un momento genial. Esa sensación de que sí podíamos tener hijos es algo que no es fácil de describir. Sobre todo porque un médico nos dijo que nunca seríamos padres. Así de brígido. Imagínate el momento cuando se hizo el test y da positivo, fue una emoción inmensa.

-¿Cómo se imagina de papá?
-Obviamente con mucha responsabilidad. No es joda traer una persona al mundo. Hay mucha felicidad, mucha intriga y tenemos que hacer las cosas bien. Creo que es lo que todos pensamos cuando vamos a ser padres por primera vez. Tratar de hacer lo mejor posible.

-Le preguntaba por la paternidad porque usted fue criado por su abuela Mabel.
-Qué rico que te acuerdes de eso. Es una alegría enorme porque también aparece ella con mucha emoción. Siguió este proceso muy de cerca y siempre estuvo apoyándonos. Ella lo ha disfrutado mucho y también lo sufrió. En mi casa están como locos. Quieren que puro nazca nuestra nena y que la llevemos por allá.

-Usted siempre ha destacado la crianza de sus abuelos.
-Es que ella se hizo cargo porque mis papás se separaron cuando yo tenía cinco años. Ellos eran muy jóvenes, vivían con mis abuelos y finalmente me terminan criando mis abuelos. Siempre la relación entre mis padres ha sido fluida. Se acabó el amor en su momento, pero mis abuelos me criaron de chiquitito. Tengo una imagen de mi abuela y mi abuelo Roberto, que ya no está. Ellos me inculcaron todo para poder tratar de brindar lo mejor a mi hija. Tengo los mejores recuerdos y, gracias a Dios, tuve una buena educación. Espero poder inculcárselo a mi hija el día de mañana. Ahora viajamos a Argentina para pasar el Año Nuevo porque no nos vemos hace más de un año con mi abuela y mi familia.

-¡Más de un año!
-Claro, por la pandemia no hemos podido ir a verlos. Personalmente, en ese aspecto estuvo tranquilo. No tuvimos Covid, pero sí estar encerrados en un departamento nos ha complicado a todos. Pasar encerrados fue complicado, pero por suerte volvió el fútbol y era mi escape para salir del día a día.

-¿Dónde conoció a Karla?
-Nos conocimos en Antofagasta. Yo estaba jugando allá, pero ella vivía en Santiago. Nos conocimos por medio de las redes sociales y empezamos a hablarnos, nos vimos un par de veces y ahí empezó a florecer el amor.

-¿Planes de boda?
-Todavía no. Hay que esperar un poco, pero todo bien, estamos felices. Han sido tres años y medio maravillosos. Karla trabaja en una empresa donde se desempeña en el área de control de plagas en Santiago. Siempre nos reímos porque ella es de Concepción y nos conocimos cuando yo estaba en Antofagasta. Nos dimos una vuelta larga porque nunca me la crucé en Concepción cuando jugué en Huachipato. Entonces, loco todo, pero así es el destino, ¿no?.

-Dicen que las niñas son más apegadas a los papás.
-Tú me lo podrás confirmar (ríe). Me imagino súper mamón. Realmente quería una nena porque son más apegadas a los papás. Me imagino protector. Espero poder acompañarla en lo que ella decida.