La fecha final del campeonato 2021 ofrece un cóctel de situaciones extremas en cada uno de sus ocho partidos: siete equipos intentarán evitar la liguilla de promoción e incluso algunos de ellos el descenso directo a la Primera B. Renata Almada, sicóloga deportiva y panelista del programa "Pelota parada" de TNT Sports, dice que cada jugador estará sometido a un alto grado de estrés que puede afectar su rendimiento tanto individual como colectivo.
La Serena (38 puntos), Melipilla (38), O'Higgins (38), Cobresal (37), Curicó Unido (37), Universidad de Chile (36) y Huachipato (34) pueden quedar fuera de Primera división. "Esa manifestación en sicología se llama sicosomatizar algo. Ese término se aplica cuando tengo una inquietud que no pude resolver. El jugador no encuentra un refugio en su frustración, se produce la afección sicológica y a partir de ahí se puede llegar a manifestar una alergia, vómito, ganas de comer, ganas de dormir demasiado o falta de sueño", explica.
Durante el tiempo previo a la fecha 34 el estrés aumentará. "El cuerpo te lo demuestra físicamente. No hay un espacio para hablar del miedo y eso te lleva a generar un temor por perder, decepcionar a alguien, ser reemplazado, ser suplente e incluso miedo a ganar. Un fenómeno que se produce fuertemente en estos casos es el insomnio: el cuerpo está en alerta, aumenta el cortisol, que es la sustancia del estrés y prepara al ser humano para luchar contra esta amenaza", dice Renata Almada.
"Eso hace que mi visión periférica, tan importante en el fútbol, no sea tan funcional porque estará enfocada en la amenaza. Los músculos se contraen, se merma el rendimiento, quedan propensos a lesiones o un aumento del ácido láctico, lo que hace que el futbolista se canse mucho más y eso se evidencia en los segundos tiempos. El cuerpo está tan activo, pero de una forma sobre exagerada y no se puede dormir. Es un cansancio mental. 24 horas antes de un partido crucial, cuando el futbolista pone la cabeza de la almohada, ya está pensando en todo lo que viene", agrega la sicóloga.
Renata Almada tiene 31 años, es de Porto Alegre y hace tres que vive en Chile. Su abuelo era fanático de Internacional y de Elías Figueroa, pero ella es hincha de Gremio. Juega de delantera y recorre los estadios para adquirir herramientas que trabaja con sus pacientes. En "Pelota parada" de TNT Sports ha logrado desarrollar análisis sobre fútbol, otros deportes y la actual participación del Team Chile en los Panamericanos Junior de Cali.
"Otro ejemplo es que se habla mucho de lesiones, pero hay alguna cuya raíz está en la siquis y pasa que, donde no hay una explicación lógica, dicha lesión puede surgir como una solución inconsciente para huir de un problema. Por mencionar un caso, Fernando De Paul se lesionó el fin de semana y puede haber mil factores. No es mi paciente, pero él una vez manifestó la ausencia de un sicólogo y fue muy valiente en decirlo".
"Ha cargado con un desgaste, una presión y visibilizó esa carencia que se requiere en el fútbol actual. Al no tenerlo o perderlo se rompe ese vínculo y el futbolista queda como huérfano. Se debe tener un equipo multidisciplinario con médicos, kinesiólogos, nutricionistas y sicólogos para lidiar con esa repercusión. Sólo se recurre a un profesional de la sicología cuando se está mal y eso no sirve para sostenerlo en el tiempo. Debe proyectarlo porque el equipo que ya lo tiene trabaja con esa ventaja para desarrollar sus objetivos de forma más favorable", asegura Almada.
-¿La noche antes de un partido qué se puede hacer?
-El jugador debe entrenar la visualización, el entrenamiento mental y anticiparse al posible escenario favorable del partido. Intentar pensar en las jugadas. Debe entrenar el cerebro. Si incorpora todos los sentidos puede activar las mismas zonas cerebrales que cuando está realizando el gesto motor. Una situación desfavorable, como el insomnio, se aprovecha favorablemente para incrementar el repertorio en un escenario difícil como un partido por no descender.