Los empresarios de la clonación. Así se caratula una investigación de la Fiscalía Oriente y la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) Sur Oriente de la PDI, que comenzó en julio del año pasado y que acusa a 18 imputados de integrar una banda que clonaba vehículos robados en portonazos y encerronas para luego venderlos.
Entre esas 18 personas formalizadas en julio, por los delitos de asociación ilícita, receptación y falsificación, estaba Solange Paredes, hermana del futbolista Esteban Paredes. Este lunes, el sitio de Biobío Chile, publicó la declaración que ella prestó voluntariamente a la fiscalía.
Según el medio citado, en el interrogatorio Solange contó que había conocido en el año 2020 a Juan Pablo Ulloa, el líder de la banda, de acuerdo al Ministerio Público. La pareja tuvo una relación sentimental y luego "laboral".
"Juan Pablo me decía que él se dedicaba a la compra y venta de vehículos prendados. Yo me percaté que las cédulas de identidad que él me enviaba eran falsas, ya que los carnet tenían incongruencias en los nombres, que las firmas eran idénticas, que las personas eran los mismos de otras fotos", dice la declaración.
"Yo le pregunté qué estaba pasando y me dijo que el tipo que falsificaba se había equivocado. Le di algunas sugerencias para que no tuviéramos problemas en la notaría, en especial que arreglaran los carnet, igual seguí haciendo las cartas de poder y realizando los trámites en la notaría, sabiendo que las cédulas de identidad eran falsas", se lee en el extracto publicado por Biobío Chile.
El gemeleo
En el operativo de la PDI de julio se allanaron 26 domicilios en la Región Metropolitana y se incautaron 14 vehículos robados de mediana y alta gama, avaluados en un total de $400 millones de pesos.La banda está acusada de estar vinculada a la venta de más de 70 vehículos robados.
En esa oportunidad, el fiscal regional Manuel Guerra, explicó que "esta banda adquiría los vehículos que provenían de delitos de robo con violencia e intimidación, luego generaban documentación falsa en empresas de fachada, procedían a inscribirlos en el Registro Civil previa adulteración de chasis y generaban nuevas patentes para luego venderlos a terceras personas".
En el proceso se han investigado dos modos de operar.
Uno de ellos es el gemeleo, que consiste en fotografiar un vehículo en la vía pública para luego conseguir uno robado de las mismas características (modelo y año). Los datos del vehículo fotografiado se usan para darle nueva identidad al auto robado. Para hacer los contratos de compraventa y transferencia en alguna notaria y ante el Registro Civil, se utilizan cédulas falsas con los datos del propietario original pero con la foto de testaferros, usualmente personas en situación de calle.
El otro sistema es la creación de empresas fantasma. La fiscal Claudia Barraza dijo que la banda tenía nueve empresas de fachada, principalmente automotoras, donde gran parte de los gerentes son personas en situación de calle. Ellos actuaban -acusó- como palos blancos que, con las facturas de las empresas, inscribían los vehículos como nuevos en el Registro Civil, y luego con un contrato de compraventa se lo vendían a un tercero que era estafado.
En todo el país
Sidney Houston, consultor en Prevención del Delito y ex OS7 de Carabineros, dice que las bandas criminales detectaron un negocio rentable en el blanqueo de vehículos. "Hay muchas otras organizaciones en el resto del país, por ejemplo, en la zona franca de Iquique, Antofagasta, Calama, todos los vehículos robados que van a Bolivia, etcétera".Agrega que "si la fiscalía prueba que esta banda mandaba a robar vehículos por medio de encerronas y portonazos para luego ser blanqueados y vendidos, estamos en presencia de una asociación ilícita. Eso es lo que debe demostrar la fiscalía para que aumenten las penas para este tipo de bandas".