Después de recoger a su novia que había sido manoseada por un vecino, Henry Hill la lleva a su casa y muy calmado le dice que se tranquilice. En ese instante ve al agresor de su pareja y su mirada se clava en él. Camina hacia el sujeto y le pega en la cara 10 veces con un revólver, le dice "te juro que si la tocas otra vez estás muerto", lo golpea por undécima vez y luego se va exudando rabia. En esa recordada escena de "Buenos muchachos" ("Goodfellas", 1990) se refleja la versatilidad interpretativa de Ray Liotta, el actor que murió este miércoles: nunca se sabía si sus personajes eran buenos o malos.
Tenía 67 años y, según informó el sitio Deadline, falleció en República Dominicana, donde se encontraba grabando la película "Dangerous waters". El mismo medio agregó que se encontraba en esa nación junto a su novia, Jacy Nittolo y que murió mientras dormía.
A la hora de recordar a Liotta, Christian Ramírez, crítico de cine del suplemento Artes y Letras de "El Mercurio", estima que la cinta que gana "por goleada" es "Buenos muchachos". Según él, "convocaba la violencia de cero a 100. Su impronta de actor no correspondió nunca a los tiempos que le tocó vivir. Tenía un rostro que parecía esculpido en piedra y unos ojos de lince donde no sabías Io que estaba pensando. Los buenos/malos eran de los años 50 y 70, no de los 90 y 2000 ¿Lo imaginas en una película de Marvel?". Oscar Salas, del podcast Flimcast, concuerda. "Lo que le gustaba a la gente era que nunca sabías si era bueno o malo. Si al final era malo, lo comprabas, y Io mismo al revés, no sé si era por su cara de gato. Para mí era un héroe de videoclub. Trabajé en un Blockbuster a fines de los 90 y principios del 2000 y era uno de los tipos más arrendados con películas chicas, clase B. La gente Io recordaba mucho y Io seguía: por muy mala que fuera la película si traía a Ray Liotta en la tapa la gente le daba una oportunidad".
En 2016, Liotta reconoció en el programa de Fox Sport Radio "The herd with Colin Cowherd" que nunca había visto "El campo de los sueños" ("Field of dreams", 1 989), su otro filme famoso. "Es una cosa emocional, mi mamá estaba muy enferma en esa época y fuimos a ver una función previa, pero se sintió tan mal que nos fuimos", relató en esa oportunidad. Por esa razón, el intérprete nunca vio que en la secuencia final de esa cinta, su personaje desaparece lentamente mientras camina en un campo de choclos. Algo parecido pasó este miércoles con él: se quedó dormido y su vida se apagó tranquilamente.