El Tribunal de Disciplina de la ANFP entregó la tarde de este martes su veredicto en el caso de los árbitros involucrados en las irregularidades detectadas en el partido entre Huachipato y Copiapó, como parte de su plan para desestabilizar al ex jefe de los jueces, el argentino Javier Castrilli y a la Comisión de Árbitros.
De partida, la entidad determinó que el árbitro Francisco Gilabert queda libre de polvo y paja. ¿De qué se le acusaba? De generar audios por WhatsApp donde denunciaba que hubo un llamado del propio Castrilli a los miembros del VAR para que validaran el penal a favor de Huachipato sobre Copiapó, en el partido por la permanencia en Primera División, que finalmente favoreció a los acereros.
"Se absuelve al denunciado Francisco Gilabert y se ordena el archivo de los antecedentes a su respecto", sentenció el Tribunal basado en las investigaciones dirigidas por Miguel Ángel Valdés, oficial de cumplimiento de la ANFP.
Ese partido en el estadio CAP de Talcahuano del miércoles 26 de enero lo dirigió Gilabert. A los días mandó un audio a un amigo, que resultó ser otro juez, Felipe Jerez, quien fue el que filtró dichos audios, razón por la cual le dieron 40 fechas de castigo, Io que le impide dirigir en cualquier división del fútbol profesional chileno.
Gilabert, de hecho, en su declaración a la ANFP aseguró, según explica el fallo, "nunca dudó que la acción en la cancha fuese penal, que así Io vio en la cancha y así Io ratificó". Eso sí, apunta que le pareció un tanto extraño que el VAR le hubiese pedido revisar la jugada. Y que también le pareció extraño, al final del partido, que alguno de sus compañeros en el VAR comentara una "llamada de Santiago".
Luegoi, declaró que mantuvo una conversación con Jerez, quien es su amigo, incluso con su familia. "No logra entender la lógica de Jerez para entregar los audios de una conversación privada" y agregó que se lo hizo saber luego de que la conversación fuera puesta al aire en diferentes medios.
Gilabert dice que nunca recibió un llamado de la ANFP para intervenir el resultado del partido, que jamás participó de un complot y que se siente como principal afectado en este caso. De hecho, no ha podido dirigir.
A Felipe Jerez le dieron el durísimo castigo de 40 fechas por este motivo, según el fallo: "Todo su actuar en cuanto a la entrega de los audios y el pedido que sean liberados, tuvo como finalidad desprestigiar y menoscabar a la Comisión Arbitral presidida por don Javier Castrilli".
Otra dura sanción fue para el Quality Manager Mario Vargas, según el fallo: "Reconoce que dio una opinión al VAR, al aludir a la charla dada por el señor Castrilli, pero que su opinión no fue entendida ni considerada por el VAR. Que durante el partido no recibió ningún llamado, de nadie".
Las mismas 30 fechas fueron para el árbitro Cristian Droguett, porque, apunta el documento, fue quien llamó al árbitro en la cancha para indicarle que revisara la jugada del penal. Le recordó una instrucción dada por la Comisión de Árbitros que si el jugador saca el balón, pero hay contacto físico, se cobra penal.