"En el aeropuerto de Santiago el vuelo se atrasó debido a que el aeropuerto de La Serena estaba cerrado por malas condiciones meteorológicas. En ese momento, detenidos en tierra, junto a mi compañera notamos una actitud sospechosa en un pasajero que no despegaba su vista de nosotras y cada vez que yo hablaba con otra persona, él intentaba meterse y llamar la atención", relata Belinda (20), asistente de vuelo de la aerolínea Sky Airline, sobre los tensos minutos que sufrió durante la mañana de este martes a bordo de un vuelo con destino a Calama.
El despegue estaba programado para las 7:30 horas y la tripulación del avión Airbus A320 estaba conformada por cuatro azafatas y dos pilotos.
-¿Qué hizo el pasajero después?
-Cuando nos dieron la autorización para despegar, se me acercó y me dijo "Oye, ¿nos podemos sacar una foto?", a lo que yo respondí que no, porque yo estaba en mi lugar de trabajo y con mi uniforme. Pero él insistió y me dijo que era una foto, solamente, pero lo ignoré, procedí a dar la demostración de seguridad a los pasajeros y tomamos asiento.
-¿Y durante el vuelo?
-Cuando estábamos por aterrizar en La Serena, yo estaba sentada en mi Jump Seat, que es el asiento trasero que las azafatas usamos en el avión, justo al lado de los baños, pero, minutos antes, él se había cambiado de puesto justo al asiento más cercano a mí. Ahí me di cuenta de que tenía su teléfono apuntándome y me estaba grabando las piernas por debajo de mi uniforme.
-¿Cómo reaccionó usted?
-Le dije a mi compañera, pero él se dio cuenta y bloqueó su teléfono, como para apagar la pantalla, mientras seguía apuntándome. Así que mi compañera sacó su propio teléfono y Io grabó para poder tener una evidencia de Io que pasaba. Una vez que aterrizamos le pregunté por qué me estaba grabando, pero Io negó, así que le pedí su tarjeta de embarque y al desbloquear su celular, salían videos míos y de otras chicas. Luego me tuve que quedar todo el rato parada frente a él, como estatua, mientras la seguridad lo venía a buscar. No podía moverme ya que era la única forma de asegurarnos que no borraría el video. Ahí yo estaba de brazos cruzados sin poder hacer nada, porque yo tenía mi uniforme puesto, no podía defenderme, ni quitarle el teléfono, nada.
Belinda se quedó delante de este individuo, de 49 años, hasta que llegó personal de seguridad del aeropuerto. Entonces surgió otro problema.
"Esperamos a que los pasajeros desembarcaran y cuando la seguridad aeroportuaria subió al avión, se encontraron con el problema que tampoco podían retenerle el teléfono hasta que llegara Carabineros, así que el sujeto podía borrar todo", cuenta Belinda. "Como en su teléfono estaba mi video y la evidencia, me quedé en todo momento delante de él y le dije que si no me daba el teléfono, que Io dejara ahí encima, pero que no podía utilizarlo y aún así no hizo caso y se Io guardó en el bolsillo".
A la salida del aeropuerto, el sujeto fue detenido por carabineros. El Ministerio Público Io formalizó por el delito de grabar en lugares públicos partes íntimas del cuerpo, ilícito contemplado en el artículo 161 del Código Penal. Pero dado que las penas son muy bajas, y por acuerdo entre ambas partes, el Juzgado de Garantía de La Serena aprobó la suspensión condicional del procedimiento, que se traduce en que el acusado durante un año no podrá abordar vuelos de la empresa Sky Airline. Si no cumple esta condición, el proceso contra él se reactiva.
Según Luis Galvez, Magíster en Derecho Penal de la Universidad de Chile, "de no haberse acordado esta suspensión condicional, el imputado arriesgaría un presidio en grado mínimo con multas de 5 a IO UTM, es decir, una pena que partiría de los 61 hasta los 540 días de cárcel. De existir reiteración en la conducta con fines de connotación sexual sin el consentimiento de la persona, la pena podría aumentar hasta los tres años de presidio".