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Cantante de The Voice con síndrome de Tourette

"Nunca pensé que pudiera hacerlo, aún no Io creo, todo esto ha sido súper emocionante" La voz juvenil corresponde a Pedro Vial (19), estudiante de Medicina Veterinaria de la U. Mayor y participante estable en "The voice" (CHV). Tal programa de talentos emitió el martes pasado cómo tras entonar "Juegos de seducción", cover de Soda Stereo, quedó seleccionado como parte del equipo de Beto Cuevas. Ahí, además de mostrar sus dotes musicales, reveló la condición con la que vive: sufre síndrome de Tourette, afección del sistema nervioso central que provoca arranques involuntarios, tanto verbales como físicos.

"No digo palabras, pero sí tengo tics de ruidos que aparecen. También a veces el Tourette se expresa con movimientos bruscos de cabeza, hombros o espalda", relata Vial, fan de La Ley, precisamente el histórico grupo de Beto Cuevas.

-En el programa usted dijo que la música le ha ayudado a enfrentar esta condición.
-Sí, me ha ayudado mucho. Cantando pocas veces se expresa. Yo creo que la música y cantar, lo que provoca en mí es salir un poco del mundo real. Me hace sentir cada palabra que canto y siento como una unidad... Siento que el Tourette así queda relegado, así como los nervios y todo Io malo. Cantando como que me encuentro a mí mismo.

-¿Por qué cree que no demuestra Tourette cantando?
-Más que la concentración en sí, yo creo que es el momento. Es como si abocara toda la energía que tengo, también la que provoca el Tourette, sólo para cantar y hacer música. En ese momento estoy procesando la música, viendo a la gente, sintiendo lo que digo, entonces mi cuerpo como que no le da espacio a Io otro. ¿Te puedo poner una metáfora para que me entiendas mejor?

-Sí, claro.
-Cuando uno tiene Tourette siente como impulsos eléctricos en el cerebro que generan los tics y que necesitan un escape. Lo que me pasa cuando canto es como si estos impulsos no estuvieran. Imagina una tormenta llena de rayos, que en este caso serían los impulsos del Tourette. Bueno, cuando hago música, es como si no hubiese rayos. Al no sentirlos, no los expreso... me libero.

Sin ánimo de dramatizar o invocar lamentaciones, Pedro recuerda complicaciones asociadas a la enfermedad. "Fue difícil en el colegio. Hacía sonidos y movimientos que no controlaba mucho. Me daba vergüenza, tenía miedo al bullying, que me molestaran en el recreo me aterraba mucho. Muchas veces tuve crisis de preguntarme por qué a mí. En mi niñez era espantoso porque hacía muchos ruidos, en las pruebas era terrible", rememora.

-¿Por qué?
-Porque al hacer ruidos molestaba mucho al resto. De hecho, era tanta la cuestión que me mandaban a hacer pruebas a otras salas. Solo.

-Duro.
-Sí, pero ¿sabes qué? Llegó un momento en que aprendí a no quejarme y a enfrentar esto. Más que decir "por qué a mí", decidí tomar al Tourette no como un enemigo, sino como mi mejor amigo. Mal que mal ha estado junto a mí desde siempre. Es parte de mí y creo que el Tourette me ha sumado mucho.

-¿Qué le ha sumado?
-Lo que ha hecho siempre ha sido sumarme más valentía, más coraje para hacer las cosas. De hecho, creo que nunca me ha quitado nada. Sin el Tourette no sería quién soy, mi vida hubiera cambiado mucho. Y yo estoy agradecido de Io que soy y tengo a mi alrededor. Estoy agradecido de mi familia, de mis mejores amigos, de mi polola. Con todo Io raro que es esto, siempre me han bancado. Han estado ahí.

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