El sol comienza a ocultarse en la playa Punta de Lobos, en Pichilemu, y la actriz Daniela Ramírez está en medio del mar, sentada en una tabla de surf. En un momento mete los brazos al agua para usarlos como remos y avanza, tras lo cual se arregla el pelo con sus manos. Se ve como una surfista más, pero en realidad no Io es y estas imágenes son hechas justo cuando hay olas de tres metros en esta comuna de la Sexta Región.
La secuencia antes descrita pertenece al videoclip de la canción "Why why why", del grupo La Caravana Mágica (@lacaravanamagica.cl en Instagram), que en sólo 20 días ya acumula 1,5 millones de reproducciones en YouTube, y para hacerla la actriz, que por estos días graba la teleserie "La ley de Baltazar" (Mega) en Cochamó, tuvo que prepararse, ya que no solo posó, también logró pararse el tabla, claro que ante olas más pequeñas.
"Tuve que aprender, había incursionado en el surf en algún momento de mi vida, en Puertecillo, el verano del 2015 o 201 6, pero más por entretención, entonces Io de ahora fue un desafío entretenido. Fue todo un cuento pero lo pasamos súper bien, a ml me encantan ese tipo de cosas", aseguró la actriz.
-¿Qué fue lo más difícil?
-La estabilidad (sobre la tabla) y cachar qué pie debía tener adelante y cuál atrás, al principio me paraba con la derecha y después caché que la izquierda era la mía, ese era ml Ple.
-Pero logró pararse en la tabla.
-Sí, Io logré, pero es un proceso. Partimos con ejercicios en la arena en la escuela de surf El Diamante. Ahí se hace la simulación, fueron como 20 minutos, y después al mar. La clase en el mar dura como una hora pero yo me quedé como tres horas. Es exquisito sentir la fuerza del mar.
-Le resultó rápido eso de pararse en la tabla. -Me salió rápido, después me caí, porque todo el mundo se cae. La ola me revolcó un poco pero no tanto como lo que pensé que podría ser, estuve bastante decente, bastante digna.
-¿Y fue sólo por el video o le quedó el bichito del surf?
-Me encantaría (seguir), además para el video tuvimos que irnos con motos de agua hasta adentro y eso fue hermoso estar ahí en las olas grandes, porque uno cuando aprende está donde rompe la ola, por lo mismo, en ningún caso puedo decir que "he surfeado", porque ahí con las olas grandes es otra cosa. Cuando estás ahí tienes un sentido de libertad, es inmenso, precioso (...) yo estaba simulando que era la top del surf, jajajá, poniendo cara de surfista, nada más.
-¿Es relajante?
-Sí, es muy bonito y muy especial. El mar parece un metal platinado con el sol cayendo, es todo muy estético.
-¿Qué fue lo que le dio más miedo de todo el proceso?
-Estar ahí en el medio del mar. Es un respeto, sabes que no puedes lesear ahí, tienes que estar con alguien que entienda porque estar ahí paveando puede llegar a ser peligroso, pero es bueno ese límite.
Pablo Sanz, surfista y músico, estuvo en la grabación y destacó el coraje de Daniela a la hora de meterse en la parte de las olas grandes. "Ese día había olas de tres metros, que es mucho, y ella se atrevió para hacer las filmaciones con el grupo que completaban las surfistas Paloma Pistone, Ignacia Irarrázabal y Javiera Véliz. Ellas estaban sentadas como esperando olas pero al mismo tiempo venían corriendo olas. Daniela tuvo valentía y todos quedaron asombrados con Io aperrada que fue", aseguró.
-Es riesgoso sólo estar ahí.
-Lo que hizo tenía riesgo porque la ola de Punta Lobos es de las más agresivas del mundo (rompe con mucha fuerza) y estaba en un promedio de tres metros, por eso tomamos todos los resguardos: había una moto de agua y surfistas protegiéndola por si pasaba cualquier cosa, pero igual hay que atreverse.
-¿Por qué es peligroso ese lugar?
-Lo que pasa es que la ola viene en una dirección y uno está ubicado en un lugar donde no te llega, pero a veces la ola aparece por otro lado y fueron dos o tres veces en que eso pasó. Todos tuvimos que escapar remando. Daniela vio venir esa ola y tuvo que remar con los brazos, yo por atrás le empujaba la tabla para ir más rápido.
-Daniela además logró pararse en la tabla, en las olas más pequeñas
-Ella es atlética y practica yoga. Lo que alguien tarda cuatro clases, ella lo hizo en 20 minutos. Tiene muchas habilidades deportivas y se notó que tenía mucha sintonía con el mar.