Prácticamente al mismo tiempo y en sus respectivas stories de sus cuentas de Instagram, Mónica Godoy y Nicolás Saavedra comunicaron este viernes el fin de su relación. "Al ver las notas de prensa y saber lo que se ha comentado, hemos decidido aclarar y confirmar el rumor entendiendo la curiosidad e interés de muchos. Después de un largo proceso y de común acuerdo, hace algunos meses decidimos poner fin a nuestra historia como pareja", señalaron.
El posteo continuó así: "Tenemos una buena relación, nos queremos mucho y Io más importante para nosotros en esta etapa y siempre es el bienestar de nuestras hijas (Ema y Leonor). Agradecidos de estos 22 años juntos, ahora comenzaremos a descubrir una nueva forma de ser familia. Agradecemos el cariño y respeto".
Tras ser contactados, la actriz señaló a inicios de semana que no quería referirse al tema y luego no contestó llamados, mientras que al actor no fue posible contactarlo. Catalina Olcay y María José Prieto, amigas de Mónica Godoy, se excusaron de emitir declaraciones.
La historia
Este largo vínculo se inició el año 2000 cuando ambos fueron parte de la teleserie "Santo ladrón" (TVN), que se grabó en Caleta Tumbes, en la comuna de Talcahuano. Luego, Mónica Godoy se fue a estudiar por cuatro años a Barcelona, España, y Nicolás Saavedra la siguió. Pero a los dos años de esa experiencia, terminaron. Una vez que la actriz regresó al país, retomaron su historia y el 2012 se casaron. Además, juntos fundaron la productora Acertijo.En febrero de 2020, cuando cumplieron dos décadas, Godoy declaró a este diario: "No tengo claves ni fórmulas, no es que uno siga un manual. Nadie sabe hasta cuándo duran las relaciones. Hay que partir por eso: nadie tiene el éxito asegurado ni comprado el amor del otro para siempre".
En la misma entrevista, ella sumó que era relevante "la libertad que uno se da en una relación. Para mí es importante y siento que para Nico también. Es bueno y sano tener espacios propios. Eso a nosotros nos nutre".
Ya durante la pandemia, en abril de 2021, la familia se trasladó a vivir a la playa por unos meses con el fin de cuidar la salud mental de sus niñas. En ese momento, consultada por LUN sobre si existía la posibilidad de trasladarse definitivamente al balneario donde tienen casa, Godoy reflexionó: "Se nos pasa por la cabeza, pero uno trabaja allá (en Santiago) entonces sería ir y venir todos los días y es difícil proyectarlo a largo plazo así. Pero quién sabe, todos con esta pandemia nos hemos replanteado la vida".
Decisión pensada
Luis Barroilhet, terapeuta de familia y profesor de siquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, celebra los conceptos que los actores utilizaron para comunicar el fin de su relación.-Ellos hablan de aprender una nueva forma de ser familia, doctor.
-Me parece perfecto. Una pareja funciona en dos planos: conyugal y parental. Ambas cosas se combinan, pero a veces se produce el quiebre conyugal y es un desafío, y debe ser así, conservar la pareja parental porque eso es Io que los niños necesitan.
-También señalaron que esta decisión fue un proceso largo.
-Eso es muy importante y habla muy bien de ellos. Esta decisión tiene que ser bien preparada y muy pensada en términos de su ejecución, cómo se va a materializar y eso es justamente lo que los hijos o hijas necesitan. De todas las cosas se pueden sacar aprendizajes, modelos y construir.
En la misma línea, Ricardo Cariaga, terapeuta, autor y director de Vivir en pareja (@cariaga.ricardo), señala que Godoy y Saavedra "tienen una posición muy constructiva porque si no te llevas bien con tu pareja, no es necesario destruir a la familia". Además para él es clave entender "que las separaciones no son un fracaso. Son parte del aprendizaje porque de ese vínculo probablemente se sacaron cosas buenas. Sólo es una etapa de la vida".
El sicólogo Antonio Godoy, terapeuta de parejas del centro Ceppas, advierte que "hay una confusión sobre que pareja y familia son la misma cosa. Hay un supuesto social sobre eso, por ejemplo cuando alguien dice tu madre nos dejó a todos y eso no es así. En las separaciones se disuelve la pareja, pero siempre siguen siendo familia. Tras el quiebre, se construyen nuevos espacios y pueden ser igual de sanos a los que se tenían antes. Hoy hay tantas maneras de vivir la maternidad y la paternidad que ninguna tiende a ser mejor o peor que la otra".