Desde este domingo, Eliana Albasetti ha dedicado buena parte de su tiempo a regalonear a Panchito (6 meses), Nicolás (1 año y medio) y el lunes se sumó Fred (8 meses). Estos caprinos, que fueron rescatados de situaciones de maltrato por tres personas distintas, son los primeros habitantes de la fundación Santuario Empatía. Esta iniciativa (@santuarioempatia) fue creada por la argentina (@elialbasetti) y su pareja, Federico Koch, para refugiar a animales de consumo como vacas, conejos, cerdos, corderos, entre otros.
Antes de recibir a los huéspedes (cuyos humanos llamaron a Albasetti en busca de un hogar definitivo) en la parcela de seis mil metros cuadrados que está ubicada en Lampa, la actriz dejó habilitado el corral donde ahora viven los tres caprinos. Este espacio, que mide 10 metros de largo por 20 de ancho, cuenta con neumáticos para que salten sobre ellos, un cobertizo, zona de sombra, otro sector para alimentarse y un bebedero, entre otras características. "Desde hace cuatro meses tenía contemplado que estos caprinos llegaran al santuario y durante ese tiempo estuvieron en hogares temporales. Panchito y Nicolás estaban acostumbrados a dormir dentro de sus respectivas casas y la primera noche lloraron harto porque son muy regalones. Tipo 3 AM (de la madrugada del lunes) se quedaron tranquilos. En la mañana, cuando entré al corral, se me acercaron. Son divinos, un amor, y con Luján (su hija menor de un año y medio) también son divinos. A ella le encanta darles comida", destaca Albasetti. La segunda noche, los tres durmieron juntos sin llorar.
El veterinario Erwin Flores visitó a dos de los caprinos - Fred llegó más tarde- y los puso a dieta, por Io que su alimentación es en base a fardos de alfalfa, verduras, como tallos de apio y espinaca, y frutas. "Los caprinos tienen una inteligencia cercana a la de los cerdos. Ellos son demandantes cuando forman un vínculo, la comunicación tiene que ser bilateral y se caracterizan por ser chistosos y traviesos. El vínculo de ellos con las personas es comparable al que se forma con las mascotas. Lo mismo sucede con las vacas y cerdos", señala Erwin Flores. "En esta fundación se genera una empatía interespecie, es decir, ver y sentir el mundo a través de los ojos de un animal", agrega el veterinario.
Cuando Eliana vio a los inquilinos entrando a su casa, "me emocioné a más no poder, estoy demasiado feliz". "He estado muy atenta porque a una le da miedo que no estén bien o no estén contentos. Esto es 100% para ellos, la prioridad en todo son ellos. Como necesitamos recursos, vamos a hacer clases de cocina vegana y si los animales quieren interactuar con la gente, bien. Esto no es una granja educativa, no van a venir 30 niños porque los animales se estresarían", asegura Albasetti, que además se ha asesorado con Carla Correa del Santuario Clafira.
El Santuario Empatía está diseñado para tener cuatro corrales y al medio hay un espacio común donde las distintas especies compartirán (si así Io desean). La próxima semana llegan a su propio corral las chanchas Sasha y Paloma, luego una vaca senior y también un ternero (sus viviendas son más grandes que la de los caprinos). De momento, Albasetti tendrá 20 animales y aún no se sabe cuál será la capacidad máxima de la fundación.
Este cambio de vida para los Albasetti-Koch significó dejar su departamento en Providencia y desde la semana pasada viven en la casa que construyeron en la parcela: "Aún tenemos cajas por todos lados y como nuestro hogar es sustentable, es más complejo terminarlo. Pero mis dos hijas y los tres perros están chochos".
Si desea ayudar a la fundación, en dos semanas más se podrá apadrinar criaturas y visitarlas cada dos meses. Otra forma de contribuir es comprando los libros de Albasetti, "No nací vegana" y "Los niños nos enseñan de empatía". "Los santuarios no se hacen para rescatar a todos los animales de las industrias porque eso es imposible. Se hacen para que la gente tenga conciencia, dejen de consumirlos y los respeten como a los perros y gatos", advierte la influencer.