La noche del domingo 8 de mayo, después de permanecer un día internado en el Hospital Dr. Narciso López, ubicado en la ciudad de Lanús -al sur de la provincia de Buenos Aires- el chileno Gustavo Enrique López Soto, de 65 años, falleció debido a severas quemaduras en todo su cuerpo.
El día anterior, el chileno fue auxiliado por algunos vecinos de la calle Elizalde, en la localidad bonaerense de Valentín Alsina, quienes Io vieron salir de su casa con el cuerpo envuelto en llamas y gritando que lo querían matar.
Tras el dramático episodio, funcionarios de la Comisaría seccional segunda Lanús Este, detuvieron a una mujer de 76 años, de nacionalidad argentina, acusada de homicidio agravado.
Según las primeras diligencias policiales, la anciana de iniciales E.C. habría rociado a López con una botella de alcohol, para luego prenderle fuego.
El crimen se habría producido pasadas las tres de la tarde, en una humilde vivienda en el fondo del terreno, que era arrendada por la víctima. Se trata de casas conocidas como PH o propiedad horizontal, que constan de un pasillo que distribuye varios departamentos antiguos en primer piso. En medio de una fuerte discusión, la mujer habría atacado al chileno.
La fiscal María Soledad Garibaldi confirmó que el caso Io asumió la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 del Departamento Judicial Lanús-Avellaneda.
"Los vecinos llamaron al 911 y a la ambulancia al escuchar que la víctima pedía auxilio", comentó desde el país trasandino.
El chileno fue trasladado al hospital de la zona, pero al día siguiente, justo cuando iba a ser trasladado al Hospital del Quemado de Buenos Aires, falleció.
"La víctima no tenía denuncias de violencia de género anteriores", dijo la fiscal Garibaldi. Sin embargo, en las primeras declaraciones de los vecinos se conoció que la pareja llevaba al menos ocho años de relación, y que el chileno era víctima de continuas agresiones por parte de la mujer, quien además había tenido algunos altercados con otros residentes del barrio.
Otro dato que maneja la investigación es que el año 2018, López realizó una denuncia en contra de un familiar de la anciana, por amenazas.
La fiscal Garibaldi solicitó que se le tomara declaración a la mujer, quién permanece detenida, sin embargo, ella se negó a declarar por consejo de su abogado.
Gustavo López era comerciante y según consta en el Boletín oficial de la República Argentina, residía en Lanús desde hacía más de 18 años. Durante el año 2005 se dedicó a comercializar equipos para la atención de salud como succionadores de líquidos y aparatos de anestesiología. En Chile, López nunca se casó, sin embargo, en el registro argentino figura como divorciado.