La temporada 2021 terminó abruptamente para Sebastián Toro, ex defensor de Colo Colo e Iquique, entre otros clubes, jugando para Unión San Felipe en la Primera B. Sufrió el corte de los ligamentos cruzados de la rodilla derecha y después de casi un año sin jugar fichó en Colo Colo de todos los tiempo a la espera de una oferta para reinsertarse en el campeonato chileno.
"Todavía no me retiro y sigo entrenando en la clínica Meds, llevo casi un año desde la lesión y Raúl Ormeño me invitó para volver. Fui un día al Monumental, me vio y empezamos a conversar. Me preguntó si quería jugar, yo necesito ponerme a ritmo y también es un privilegio compartir con ídolos del club. Hay hartos jóvenes como Rodrigo Millar y Braulio Leal, entre otros, que el año pasado aún jugaban", cuenta.
El defensor, con pasado también en Ñublense, Palestino, Junior de Colombia, el FC Laci de Albania y Deportes Colina, dice que el retorno a Macul le ha sirviendo para dejar atrás su grave lesión. "Nos juntamos todos los lunes a jugar algún amistoso y sigo en la Meds. Ahí me recuperé porque viajar en su momento a San Felipe todos los días con la rodilla operada era difícil. Me puse en manos de Wilson Ferrada, kinesiólogo de Colo Colo, y ya estoy de alta".
"Mi recuperación terminó hace un par de meses y tengo mi rutina de entrenamiento. Voy casi todos los días a la clínica, entre dos a tres horas, y hago bicicleta, tren superior, inferior, sigo fortaleciendo la rodilla y termino con trote. Este 2022 alcancé a entrenar en algunos equipos, pero finalmente no firmé en ninguno y ahora espero que salga algo a mitad de año. Me manejo solo, aunque hay gente ayudándome. También tengo que ver el tema familiar y aunque hago otras cosas, el fútbol es Io que más me apasiona", comenta.
Toro en Unión San Felipe se reencontró con Lucas Wilchez, quien retornó a Argentina, y en Colo Colo de todos los tiempos con otros ex compañeros como Luis Mena, Rodrigo Meléndez y Gonzalo Fierro. "Veremos qué sucede ahora. En su minuto tuve una oferta para jugar en la Segunda división y dije que no. Me siento muy bien. Al principio me preguntaba cómo me iba a responder la rodilla y no he sentido dolores. El kinesiólogo me dice que juegue no más y le dé con todo".
El zaguero tiene cuatro hijos, su esposa, Katherine Díaz dejó la televisión desde que fueron padres de Lucas (8), Sebastián (6) e Isabella (1). El mayor Alonso (14) vive en Rancagua y se probó en Colo Colo, pero por protocolos y torneos ha sido complejo el ingreso de niños a los inferiores del Cacique.
También posee una constructora y un mini bus para pasajeros. "Digamos que ando por todos lados picoteando: hacemos casas, cobertizos, estacionamientos y una persona me maneja el bus, y si no puede, Io manejo yo. No tengo problema con eso. Es para transporte de pasajeros de empresas particulares o turismo".
-¿Cómo ha sido volver al Monumental?
-Ese camarín lo conozco desde los diez años y volver a ponerme la camiseta, retornar al estadio, es algo que no se olvida. Yo estuve ligado al club desde los 10 a los 27 años. Jugamos en la cancha 2 del Monumental donde antiguamente se vestía la serie juvenil. Conozco a los cancheros, utileros, a todos.
-¿Quién los dirige?
-Está Raúl Ormeño, Lizardo Garrido y Carlos Caszely que son los que la llevan. Hay demasiado respeto, son ídolos, no se les puede decir nada, jajajá.
Todavía no me retiro y sigo entrenando en la clínica Meds, llevo casi un año desde la lesión y Raúl Ormeño me invitó para volver