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Esposa relata secuestro de chileno en Haití

El miércoles a las 11 de la mañana, Carolina da Silva, tuvo la inquietud o la necesidad de transmitir un mensaje a sus amigos y seguidores en su perfil de Facebook. Se puso frente a la cámara, en su casa en Haití, y les habló.

"Estamos viviendo tiempos difíciles, no lo digo solo por Haití, lo digo por el mundo. Lo digo por todos los países de diferentes maneras y grados. Las guerras, las dificultades, los problemas llegan a la vida de las personas, las familias somos sacudidas por diferentes situaciones. Inclusive, por más que me digas no, yo estoy en un país súper seguro, súper estable, bueno aun así una enfermedad puede tocar las puertas de nuestras vidas", fueron algunos de sus mensajes que dijo la uruguaya, sin saber que horas más tardes su propia familia sería sacudida.

Minutos antes de las tres de la tarde de ese día, su hija de 6 años llegó corriendo y llorando a la casa diciendo que su papá acababa de ser secuestrado.

Desde Haití, Carolina narra Io ocurrido: "Mi esposo, Esteban Zambrano, fue secuestrado a las 14:40 de la tarde, cerca de nuestra casa, aquí en Puerto Príncipe, en la zona de Pernier (periferia noreste dela ciudad). Iba con mi hija a hacer un curso de español a la casa de unos amigos misioneros. Cuando tomó una de las rutas para ir a ese lugar, a unos tres minutos de nuestra casa, dos hombres armados pararon el vehículo, lo hicieron bajarse y le dijeron que se sentara en el asiento de atrás. En ese momento, él pidió por favor que dejaran libre a nuestra hija. Ellos accedieron y nuestra hija regresó corriendo a la casa, pero se llevaron a mi esposo", relata Carolina.

Esteban Zambrano Leiva, de 32 años, es chileno y desde el 2019 vive en Puerto Príncipe con Carolina y sus tres hijos. Son una familia misionera, que levantó el Centro educativo de desarrollo y alfabetización cristiano Vástago Haití, donde imparten clases de español, de informática y de escuela bíblica a niños y jóvenes no escolarizados.

Millonario rescate

Pocas horas después del secuestro, Carolina recibió una llamada de los captores, que le exigieron 100 mil dólares (más de 82 millones de pesos) a cambio de la libertad del chileno. En el contacto, la mujer pudo escuchar a su esposo y saber que se encontraba bien, junto a otra persona que también estaba secuestrada, al interior de una pieza.

"Tenemos la localización del lugar donde llegaron. Estamos pidiéndole, por favor, a la policía de aquí, a la Interpol y a la Embajada de Chile la intervención y los operativos necesarios para ir a rescatar a mi esposo. Tenemos tres hijos, somos una familia humilde que hemos decidido servir al señor a tiempo completo. La Embajada de Chile está apoyándome muchísimo. Siendo uruguaya solo puedo agradecerle a Dios por poner personas para ayudarnos en esta situación tan difícil", dice.

La Cancillería confirmó que está en contacto con Carolina, a través de consulado chileno, en Puerto Príncipe, para prestarle orientación y asistencia necesaria.

Desde Chile, la prefecta Catalina Vargas, jefa nacional de cooperación internacional de la PDI, agregó que se han realizado diversas diligencias para conectar al agregado policial en Haití con las jefaturas de investigación especiales y el Instituto de Criminología. "Nuestro agregado policial, en compañía de la encargada de la Misión Chilena en Haití, se han hecho parte de esta investigación asistiendo a la policía haitiana y formando una mesa de trabajo para poder dar con el resultado esperado que es la liberación del nuestro ciudadano", dijo.

Amor por Haití

"Con mis hijos estamos bien, recibiendo el apoyo de muchos amigos. Esto es algo que está ocurriendo con mucha frecuencia aquí en Haití. Yo estoy en acá desde el 2012, mi esposo desde el 2019. Vivimos aquí, somos misioneros, cristianos, estamos siempre hablando del amor de Jesús y creyendo que a través de principios y valores que se entregan por medio del evangelio, por medio de la educación, Haití puede salir adelante".

Antonio Roa, pastor de la iglesia evangélica "Comunidad luz al mundo", cuenta que Esteban y Carolina se conocieron en Haití hace unos cinco a cuatro años.

"Esteban es miembro de la iglesia y siempre quiso ser misionero. Es profesor de Educación Física, pero su pasión es servir desde la educación. Hace unos años despertó su pasión por Haití y realizó un viaje. Allá conoció a Carolina, que llevaba años trabajando en un orfanato. Hace tres años se casaron en Uruguay y en Chile y se establecieron en Haití. Él es un chico muy especial con una capacidad de amar asombrosa", dice.

En septiembre, la pareja tiene como proyecto abrir una guardería para niños de 2 a 4 años, cuyos padres haitianos los dejan en casa para poder trabajar, ya que en el país no hay guarderías estatales. "Cuando llegan al colegio, a los 4 0 5 años, no saben nada. En esta edad los niños son una esponja, es una edad clave para el aprendizaje, que se está perdiendo", dijo Esteban en un video que subió a Facebook en mayo, contando el nuevo proyecto.

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