"Cuando uno tiene estas caídas igual te cuestionas algunas cosas. Pero cuando escuchas, como en el último torneo, que dicen Freddy Krueger, 48 años, y está compitiendo a buen nivel, uno dice hay para rato. Así que hay que recuperarse, nomás", reflexiona Rodrigo Miranda (40) desde la Clínica Universidad de los Andes.
Toti Miranda, multicampeón chileno de esquí acuático, se está recuperando de una osteosíntesis esternal a la que fue sometido el miércoles. Es una operación al esternón, el hueso que está en el pecho, sobre el corazón, entre los dos pectorales. Se Io fracturó al caer dos veces en Estados Unidos.
"La primera fue hace como treinta y tres días, en un campeonato. Di una vuelta completa para atrás y caí de pecho al agua. En teoría, ahí no me fracturé, porque fui a la clínica, me revisaron y nada. Tres días después fui a entrenar y tuve otra caída, un poco más suave, y me fracturé el esternón", relata Miranda.
La lancha que tira a los esquiadores en el salto tiene una velocidad reglamentaria de 57 km/h, pero los deportistas alcanzan a 90 y hasta 100 km/h en el corte, como le llaman al movimiento en que cruzan la lancha por detrás y se lanzan a la rampa, con la cuerda en su máximo punto de tensión. Pueden elevarse, fácil, diez metros.
"Caer desde esa altura al agua, es como caer en el cemento", explica José Miguel Clavero, cirujano de tórax de la Clínica Universidad de los Andes, quien operó a Toti.
Esta lesión es común en los accidentes de tránsito, en vehículos sin airbags (o defectuosos), cuando el manubrio impacta en el pecho al conductor, añade el profesional.
Originalmente, la fractura podría haber cicatrizado en alrededor de seis semanas con medicamentos y reposo. "Cuando llegué a Chile me hice un scanner y una resonancia y salía que había pegado muy poco el hueso y estaba chueco, montado, entonces era probable que no pegara tan rápido. Ahí decidieron operarme", dice Miranda.
Clavero detalla el procedimiento: "La fractura estaba consolidada en forma parcial, no bien cicatrizada, le faltaba proceso de osificación y estaba un poco angulada. Evaluamos con los médicos que ven a los deportistas en la clínica y vimos que probablemente se iba a demorar bastante en completar su consolidación. Y por el hecho de estar angulado le daba más debilidad al esternón para realizar trabajo con la energía que exige el deporte que practica, que es bastante extremo. Decidimos realizar una osteosínteis esternal, una cirugía que habitualmente se usa en traumatismos torácicos en fracturas costales múltiples. Mejora la evolución y evita las complicaciones".
-¿En qué consiste la intervención?
-Se hizo una incisión en la línea media del pecho, parecida a la de una cirugía cardiaca. Luego volvimos a separar los dos rasgos de fractura del esternón, Io alineamos y pusimos placas de osteosíntesis, que son placas de acero con tornillos corticales que van fijados al esternón, de manera de dejarlo alineado, firme, muy seguro, absolutamente estable y permite que complete el periodo de cicatrización en una posición anatómica y con más estabildad de la que tenía.
La incisión es de alrededor de diez centímetros. "Se puede hacer un tatuaje", bromea Clavero. "Mientras quede firme, lo demás no importa", se conforma Toti.
Ahora viene el proceso de rehabilitación, que tarda seis semanas. "Cualquier futbolista con un desgarro muscular está tres semanas fuera de la cancha. El hueso es más largo en estabilizarse. A mediados de agosto, vamos a ver cómo va el proceso de consolidación para que pueda empezar a entrenar. Mientras hay que tener amarrado a este hombre", dice el médico.
Miranda se ve compitiendo a comienzos de septiembre. "Ahí parte el proceso de clasificación para los Panamericanos Santiago 2023. Nuestro deporte es por marcas y si no compites, no vas a estar vigente. Y el equipo tiene buen nivel y no está fácil para nadie. Ninguno está seguro. Tenemos muchas posibilidades de ganar oro", augura Toti.