Carlos Caszely cumplió 72 años y fue un día diferente para él. No quería nada, había advertido a sus hijos que se olvidaran del 5 de julio en su calendario, pero el familión igual llegó hasta su departamento en Las Condes.
Por la mañana del martes el Chino lloró y mucho, cuando despertó, porque ya no estaba a su lado María de los Ángeles Guerra, su compañera de toda la vida, madre de sus cuatro hijos, que falleció en febrero.
Se secó las lágrimas, se fue a tomar un café a Providencia, como le gusta hacer hace años, caminó por el parque y por la tarde recién dio señales de vida.
Mientras tanto, su celular hervía con videos de gente anónima y de sus amigos deseándole feliz cumpleaños. Caszely vio todo, pero no respondió.
"Recibí tantos, tantos, pero tantos videos por WhatsApp e Instagram, miles, maravillosos. Los veo y los agradezco en el corazón, pero no contesté ninguno, no pude. A todos les agradezco el cariño, amor y respeto, y de tanta gente anónima que me escribió", dice.
Entre todos se encargaron de subirle el ánimo, como Iván Zamorano ("Estoy seguro que María de los Ángeles va a ser como el viento, no la vas a ver, pero la vas a sentir siempre"), Nicolás Massú ("Espero que tengas un gran día y poder verte pronto"), Daniel Alcaíno ("Usted ha sido una persona muy importante en mi vida"), Pablo Contreras ("Que tenga un muy feliz cumpleaños, bendiciones"), Kalule Meléndez ("Arriba el ánimo, es una gran persona"), Esteban Paredes ("Muchos besos y abrazos acá de su amigo"), Coco Legrand ("Que sea un día lleno de milagros para ti"), Manuel Neira ("No está solo en este día, estamos todos quienes lo queremos, respetamos y admiramos") y Severino Vasconcelos ("Muchas gracias Carlitos por ser mi amigo").
"Estuve de cumpleaños, pero no feliz, sin cantar. Fue un día demasiado especial y triste", dice Carlitos. "Pero llegó mi familia a la hora de once, me trajeron una torta, pero no quise velas. Le pusieron cinco mensajes de "te amamos, te queremos". Más que un cumpleaños fue una junta de conversación, de recuerdos. Los niños saltan, corren, gritan, me dan besos. Fueron lágrimas y sonrisas", recuerda.
-¿Y hubo regalos?
-Sí, todos me trajeron regalos. Mi hija Baby (Barbra) fue a un estudio de grabación, hizo seis temas y eso nos hizo llorar a todos. Fue muy bonito, emotivo escuchar "Si vos te vas", de Piero, o "Mary es mi amor", de Leo Dan. O el abrazo de los nietos cuando llegaron.
-Pero se llenó de cariño, entonces.
-La lección es que todos están sanos en mi familia.
Ya más contento, Caszely cuenta que les regaló a sus nietos algunas prendas deportivas de su pasado, que tenía guardadas en la casa de su hija Vale, quien Io acompaña en su departamento unas tres veces a la semana.
"Debo tener unas 130, 140 camisetas. El otro día la Valeri me invitó a almorzar a su casa y me dijo "papá, acá están tus poleras" y encontré camisetas como la firmada por Pelé en el Santos, de 1970 0 1971. Una de Maradona. Saqué varias chaquetas de buzo y mis nietos se llevaron de la Selección del 74, otras del 82.
-¿Les explicó que son prendas históricas?
-Piero, mi hijo, les dijo, "estas son piezas históricas, cuídenlas como hueso de santo, no las vayan a perder" . La de Pelé la colgué en mi closet. Y rescaté una de Honorino Landa, con el 9 de la Selección. Encontré del Real Madrid, del Osasuna, del Valencia.