Cerca de las siete de la mañana del miércoles, un escuadrón de la PDI forzó la puerta de entrada de una vivienda de dos pisos en la comuna de Pirque. Entraron gritando, advirtiendo que eran policías y empuñando sus armas de servicio. Pero en el primer piso no vieron a nadie.
Sin embargo, desde la escalera que conduce al segundo piso se asomó una mano sosteniendo Io que parecía ser una pistola automática. La persona dueña de aquella mano no se dejó ver, así que disparó a ciegas. Se escucharon a lo menos dos tiros.
Los policías se replegaron y le ordenaron al sujeto que tirara el arma por las escaleras, porque no tenía sentido un enfrentamiento. La casa estaba rodeada. El hombre obedeció y arrojó el arma, que resultó ser de aire comprimido. Luego de unos minutos bajó las escaleras y se entregó.
El subprefecto Gabriel Córdova, subjefe de la Brigada Investigadora de Lavado de Activos Metropolitana (Brilac), explica que el sujeto en cuestión era un abogado de 48 años al que buscaban por formar supuestamente parte de una banda dedicada al narcotráfico y el lavado de dinero.
La investigación, agrega el subprefecto, comenzó hace dos años por tráfico de cocaína y marihuana en grandes cantidades. Pronto se dieron cuenta que los montos en dinero eran tan enormes que la banda había ideado una novedosa estrategia para blanquear los ingresos: organizando rifas falsas.
"La banda narco era liderada por una persona que a veces se hacía pasar por ingeniero comercial y otras por contador auditor, pero es alguien que tiene antecedentes por narcotráfico", cuenta el subprefecto. "Esta persona, para blanquear los dineros de la venta de droga, le pidió ayuda al abogado, quien era una especie de asesor".
Sorteos fantasma
La misión del abogado era doble, dice el PDI. Primero, habría sido el encargado de crear empresas de fachada, que eran legales, pero que nunca han tenido ningún tipo de movimiento tributario; ni empleados, ni oficina, ni nada. Estas empresas falsas le permitían a la banda comprar casas y autos de alta gama usando dinero narco.Y segundo, el abogado habría asesorado a los brazos operativos de la banda para que comprasen bienes como testaferros, a través de un barniz de legalidad creíble.
Lo novedoso, lo insólito, es que las empresas de fachada creadas por la banda se dedicaban a las rifas a beneficio. Una de ella tenía por nombre Inmobiley.
"Dentro de los principales fines del sorteo, se destacan los beneficios sociales dirigidos a compañías de Bomberos y a personas de tercera edad con recursos e insumos", se lee en la página web de Inmobiley. "Además, entregamos un segundo premio llamado día feliz dirigido a instituciones de menores de edad en condición de conflicto o maltrato".
No rifaban cualquier cosa. En su página ofrecían una casa en Los Andes y un Porsche. "Los compraron con dinero del narco usando estas empresas de fachada. La rifa costaba 20 mil pesos el número y debían ser pagados en efectivo. No aceptaban depósitos", cuenta el subprefecto Córdova.
"Las rifas, además, habían sido legalizadas ante notario y estas personas ofrecían el Porsche en redes sociales mostrando el permiso notarial para demostrar que todo era legal. Pero el auto nunca fue adjudicado. Es decir, nunca hubo un sorteo, nunca hubo un ganador, así que nunca le entregaron el auto a nadie. No sabemos tampoco cuánto tiempo duró la rifa ni cuánta plata recaudaron. Lo único que sabemos es que alguien, no sabemos aún quién, vendió el auto en 70 millones de pesos. No sabemos aún qué pasó con la casa".
La policía detuvo en total a seis personas: al líder de la banda, al abogado y a cuatro testaferros.
"También incautamos numerosos bienes", dice el subjefe de la Brilac. "El líder de la banda tenía a su nombre cuatro propiedades avaluadas en unos 350 millones de pesos, vehículos y motos por un valor de 117 millones; le logramos congelar 68 cuentas corrientes que tenía a nombre de sociedades y de los brazos operativos de la banda. Aún no sabemos cuánto dinero tiene en esas cuentas".
El abogado, para no ser menos, tenía tres Porsches estacionados en el patio de su casa.
Tres de los seis detenidos quedaron en prisión preventiva, entre ellos el abogado.